Por muy fuerte que ha sido la decisión la ha entendido y ahora trabaja para mejorar
Santiago Solari ha sido antes de Zinedine Zidane, el entrenador encargado del club tras la sorpresiva y justificada despedida de Julen Lopetegui. En el Real Madrid estuvo un tiempo, logró hacer repuntar valores de la talla de Vinicius, pero al final se ha ido por falta de resultados. Nada extraño, a los entrenadores se les califica por ello y la cúpula es la que al final manda.
Así se ha referido Solari tras varios meses alejado de los medios, fungiendo principalmente como embajador merengue por el mundo. Le han preguntado sobre su relación con los directivos y afirma es excelente. Su salida del equipo responde a un tema de enorme conocimiento público en el que no va a intervenir afirmando que es una conducta natural y entendible.
Además, ser conductor de un equipo de tal exigencia en nada se compara principalmente con el manejo de los jóvenes, ni mucho menos con el hecho de ser jugador activo. Son cosas completamente distintas a las que se les debe hallar el valor por separado para salir airoso de cada reto. Solari es un profesional, que no guarda rencor y que admite ser un trabajador incansable por el Real Madrid.
El reto de Solari estaba en cohesionar un grupo muy exaltado
Durante la entrevista el argentino habló sobre varias de las facetas que debe cumplir un entrenador del Real Madrid. Concretamente ha dicho que es más complejo manejar a los jóvenes, pues ellos a diferencia de los mayores no están habituados a las grandes presiones. Pero trasladado en la materia, a los más grandes acostumbrados a una idea de juego, se les hizo muy difícil el hecho del cambio de mentalidad.
Manejar un vestuario de ese peso es al igual un reto muy complejo. Componer al Real Madrid desd elo más alto no es solo disponer de una ubicación en la cancha, es conocer al jugador y entenderlo en todos los ámbitos. Por eso es quizás tan complejo, aunque pondera algunos méritos alcanzados como la explosión de algunas piezas producto de la formación de la base.
De momento se dedica a sus asuntos personales y a llevar por el mundo el legado merengue. No descarta volver a las canchas a exponer todo ese conocimiento que ha adquirido, y ha derramado en elogios a Zidane, que ahora mismo tiene los dos grandes retos a la vuelta de la esquina, el Clásico y la vuelta en Manchester por Champions League.