Sin el portugués al presidente se le acaban los argumentos para sostener esta plantilla
Desde la partida de Cristiano a la Juventus de Turín, al Real Madrid le quedan cada vez menos razones para confiar. Los goles, las apariciones magestuosas y el espíritu competitivo se han esfumado junto a él, y eso es algo que no ha podido ser remplazado. Florentino en esta etapa lo ha intentado todo, y como efecto no ha recibido nada.
Se viene una nueva versión de El Clásico y las dudas sobre el verde son impresionantes. Messi, su mayor pesadilla se pasea por el teatro merengue como Pedro por su casa. De los últimos 19 encuentros se ha llevado 10 triunfos, tan solo 3 empates y 6 derrotas. Eso explica la paternidad en LaLiga que tiene con la basura entre el ojo al aficionado.
Desde el año 2009, en su segunda intervención como jerarca merengue, a Florentino las cosas no se le han puesto sencillas, lo había maquillado todo consiguiendo la Champions, pero este curso todo pinta cuesta arriba. Han caído en la ida ante el Manchester City de Guardiola que solo necesitó de 15 buenos minutos para voltear la torta y llevarse el gran premio.
La gran preocupación es el juego de mañana ante el FC Barcelona, pues sin Ramos, y con el ánimo en el suelo, deberán salir a comerse al rival que tiene como segundo campo de localía el Santiago Bernabéu. Encontrar un re cambio natural de Cristiano los tiene ya obsesionados, y para ello trabajan desde la secretaría técnica.
Si se pierde el juego estirarían los culés la distancia a 5, y con el reto de tener que ir a Manchester a anotar dos goles, simplemente entregarían una temporada que hace un par de semanas pintaba mucho mejor. Erling Haland es la solución que plantea el empresario, y para ello dispone de una fuerte masa financiera, unos 75 millones de euros. Habrá que verlo.
