Con el galés, el estratega galo se guarda un as bajo la manga que le dejaría frío de aquí al fin de la temporada
Los trabajos que viene realizando Zinedine Zidane en el último mes en el Real Madrid, le han servido para detectar varias falencias plenamente evitables. Se ha percatado que gran parte de las dificultades defensivas que han atravesado se deben a un tema físico, y de exposición de sistema, por lo que se plantea revisar la ubicación en cancha y sacrificar así un delantero; Bale tiene toda la pinta de ser el señalado.
Para tomar un ejemplo, se ha elegido el juego de ida en Parque de los Príncipes, donde han caído vapuleados y humillados ante un rival directo. Ese día se han quedado sin oxígeno, asfixiados en todo instante ante un adversario que supo interpretar el juego de fichas. Sin sus figuras pero con un estirpe neto de calidad de mando, le ganó y le dejó en la lona.
Ahora la idea de Zidane es suprimir a Bale del costado, y no solo de ahí, sino de la formación habitual. Quiere pasar del 4-3-3 o el 4-2-3-1 al 4-4-2, ubicando a Valverde o a Modric en sustitución del extremo para ganar solvencia en el medio. A su vez, los delanteros no serían Rodrygo y Benzema, sino el francés junto a Hazard.
Zidane no se está con rodeos, lo va a buscar a como dé lugar
Se habla de una revolución, de un cambio de tuercas o de un campanazo a los más rebeldes. Sea como se tome, lo cierto es que el galo sabe que su puesto depende de ello y para eso tomará lo mejor que tiene para hacer de los suyos un equipo más fuerte. Atrás han quedado las palabras de respaldo para con Bale, que tras su bochornoso acto con la pancarta, había sido aguantado por el entrenador buscando bajar presión.
Cabe resaltar que Zidane ya lo había intentado, entre tanta modificación que experimentó en la pre temporada se vio algo de lo que ahora parece imperar. Kross y Casemiro se mantendrán, son el ancla, el eje del equipo y por el cual pasa la gran masa de balones filtrados en la transición. Un poco más adelantado estaría Modric, quien viene tomando mayor nivel tras estos últimos juegos.
Arriba se las tendrán que inventar los dos de punta. Seguramente Hazard un poco más retrasado, jugando de segundo delantero buscando las diagonales infernales de Benzema en el área, también sirviendo de conexión entre líneas para no perder volumen. Lo que está claro es que se viene una revolución, y no se sabe si sea transitoria o no, el tema es que en los juegos de alta tensión, esta parece ser la fórmula perfecta para plantar cara. Veremos.