Movimiento inesperado azota la actualidad blaugrana, con un jugador al que ya le tenían en sus planes
De Christian Eriksen no se volvió a decir nada, y menos desde su fichaje por el Inter de Milán a partir de la ventana invernal. Parecía todo resuelto tras varios meses de puja entre Florentino Pérez, Zinedine Zidane y el Tottenham Hotspur. Italia se preveía como una gran ventana, que al final ha terminado defraudando.
En lo personal el jugador se ha visto disminuido, sin lugar en el once inicial, y muy limitado desde su aporte. Motivo de sobra para valorar una salida que ya ha sido planteada y que tiene mucho morbo de por medio. El FC Barcelona se ha metido en esas chances, y ya ha ido a preguntar por valores, aunque a esto le nace una nueva historia una vez que desde el merengue han dejado caer asomos de rapto.
Sin felicidad su camino es partir, y España le ofrece dos sedes
Eriksen, desde su llegada al país de la Bota ha admitido que no se ha sentido a gusto. No se sabe si atribuirlo a la cultura o simplemente al trabajo orquestado por Antonio Conte, lo cierto es que ha ido de más a menos, y eso se ha reflejado no solo en su entorno deportivo, sino en el contexto personal.
Hoy, está dispuesto a marcharse y ya sabe que el club exige en torno a los 50 millones de euros como compensación a este hecho. En Barcelona le han valorado y ya han iniciado contactos, pero en la mañana de este día martes se ha sabido, que activos del grupo de reclutamiento merengue han estado pendientes, y estarían dispuestos a lanzar una oferta en serio por el jugador, que en el pasado estuvo atento a una posibilidad como esta.
Las posibilidades de Florentino Pérez han perdido fuerza
No obstante, una vez se han conocido las cifras se ha llegado a la conclusión de que el tema no es tan sencillo como se pensaba. Pagar esa cantidad no está dentro de los planes del club y menos saliendo de la pandemia. Por lo tanto han valorado dos posibilidades, una limitar el pago, y dos prolongarlo accediendo a un préstamo con opciones futuras.
De momento esto tiene repercusiones directas, y el jugador sigue estando abierto a sus chances. Barcelona va viendo una manera de mover ficha por él, aunque también haya admitido sentir que el pago es exagerado. Nadie se atreve en afirmar qué vaya a suceder, en tanto el jugador siga pensando en que ese es su camino, los jefes tendrán que ir aflojando si es que no quieren perder inversión.