Todo dependerá de las gestiones alzadas por el club y de las ofertas realizadas por este tipo de jugadores
Lo de Luka Modric en el Real Madrid es apenas normal, tiene 35 años, su juego podría entrar en declive y su rendimiento en materia de números ya lo han empezado a demostrar. De manera que la respuesta inmediata ha sido salir al frente, tomar el mercado y tratar de identificar en ese bosque inmenso de oportunidades la perfecta para ser la baza a ejecutar en la brevedad del caso.
Para ello han pensado en el Sevilla FC, un club que constantemente está alimentando estos escenarios teniendo en cuenta la enorme gestión de Julen Lopetegui al frente. Sin embrago, en esta oportunidad la información que llega no tiene que ver con activos del primer equipo, se trata de Pablo Rivera, un joven mediocampista de solo 16 años que trabaja en el filial.
Si el tiempo de Modric se ha cumplido, lo indicado es impulsar este tipo de situaciones para reconstrucción en el Real Madrid
Nunca se han destacado por contratar gente tan joven, pero algo si estará pasando con este jugador para que se haya direccionado de esta manera. En el juvenil A este jugador es uno realmente trascendente. Juega apoderándose de todo el centro del campo, es decisivo en el momento de lanzar pases y recupera demasiadas pelotas, algo que no es tan normal por estos tiempos.
Se dice que sus condiciones de salida no sería altas, y la negociación entre clubes pasaría no más que a ser un formalismo. Eso sí, es una apuesta a futuro, una jugada que como con los brasileños puede salir bien o puede salir mal. Todo depende al final de la manera en la que se ejecute, y los condimentos agregados a este tipo de acciones.
Otro juvenil atrapa la mirada de los jefes merengues
Pero mucha atención que esto no es todo, así como el caso Pablo Rivera llega lo de Christian Multiva, el hombre del Osasuna. A sus 17 años es comparado con Javi Martínez, un jugador con visión y presencia física en las dos áreas. Su cláusula de salida afirma que en este momento es de 1,5 millones de euros, que va creciendo en la medida que va subiendo etapas.
Si pasa a jugar con el filial se sitúa en 3, pero en caso de subir al primer equipo se estanca en 8 kilos. Todas decisiones a tomar por parte del club, que sin duda es el que enfoca y filtra este tipo de información con tal de hacer de sus movimientos el más acertado de todos. Por ahora están en el análisis de cuál de los dos resulta ser mejor, más conveniente y atado a sus políticas internas.