Tiene su aceptación y se acomodan las circunstancias para hacerlo realidad
Siguen sucediéndose las especulaciones en torno a quiénes serán los componentes del nuevo ataque del Real Madrid para la temporada 2020-2021. Cansados del rendimiento actual, Zidane y Florentino entienden que necesitan revulsivos, que de la mano de una fuerte inyección económica podrían llegar para apuntalar esa premisa. Mbappé y Mané una vez más suenan como los más indicados para el caso.
Pero llevarlos no solo aplica desde el punto de vista dirigencial acciones en línea recta, sino que despunta una serie de maniobras que requieren de atención diversa. El valor de cada uno de ellos en tiempos de crísis supone una hipoteca fija, y en ese orden de ideas sacarse la espina se hace una de las labores más complejas que puedan existir.
Es ahí cuando aparece el nombre de Mohamed Salah, un jugador egipcio que actúa para el Liverpool que desde hace un tiempo viene siendo uno de los gusticos que se quiere dar el presidente. Lejos de su mejor versión, cree que se le está infravalorando en su club, pues sigue anotando goles a montones, y hasta fue decisivo en el choque de Anfield ante el Atlético pese a la eliminación.
Salah a mitad de precio de Mbappé, no suena tan mal
Una última encuesta a los aficionados reds, arrojó que de los titulares y habituales para los esquemas de Jürgen Klopp, del que se desprenderían sin temor sería justamente el ex de la Roma. Las razones no se pueden entender, pero para la gente es el punto más débil no solo en el ataque, sino en el equipo mismo.
De hecho, la relación con su entrenador se ha roto, y esto también sería tenido en cuenta a la hora de forjar un acuerdo bilateral. Liverpool exige 150 millones de euros para darle salida al extremo de perfil zurdo de 27 años, una cifra en teoría muy acorde, dadas las características y el estilo de juego que posee el africano.
Klopp por su parte ha empezado a abonar el camino metiendo entre sus alternativas al mismo Mbappé y a Jadon Sancho. Es más, se dice que ha contactado con el padre del francés para ir manejando sus opciones, tema del que todavía no se sabe mucho teniendo en cuenta que el PSG tiene reserva absoluta en el control de sus acciones legales.