Cambio de roles en la capital, ahora sí van a pescar en el verano con la red amplia de su chequera
Una de las cosas que habían ambientado este momento de la temporada en líneas generales para el Real Madrid era el plan ajustado a sus necesidades en esta ventana estival. El presidente había salido a los medios a decir que no iba a enfrentar duros movimientos, por petición general del cuerpo técnico, y por un tema de saneamiento financiero por la entrada de la crísis propiciada por la pandemia.
Pero la eliminación tempranera en la Champions parece haberles hecho cambiar de opinión, y ahora más que nunca van decididos a tomar lo que el mercado mismo les ofrece. Uno de los valores mejor situados reside en Sevilla, más concretamente en el Benito Villamarín. Se trata de Nabil Fekir.
Un partido que ha pasado a la historia para el implicado
Todavía se recuerda el compromiso en el Benito Villamarín, aquel día Nabil Fekir sentenció su posibilidad en el Real Madrid, con el partido que firmó y sus tres puntos como efecto. Zidane no ha hecho más que derramar elogios en su favor, incitando de paso a los jefes merengues a que le abran una chance de poder ser parte del equipo a futuro.
Pues esos tiempos parecen haber llegado, ya que no van a dedicar enormes esfuerzos en inclinar la balanza en contra de Rodrygo Goes y de Marco Asensio. El primero es un jugador demasiado joven y con muchas cosas que aprender, mientras el segundo necesita de mayor tiempo para ganar confianza y superar esa dura lesión por la que ha tenido que pasar en el último tiempo.
Por Fekir los valores están definidos, no así la manera en la que van a medirse en el terreno real de su contrato
Hace una temporada que pagaron 20 millones de euros por su presencia, y hoy no es más que una cifra absolutamente risible. El proceso de negociación podría abrirse en los 60 millones de euros, y si a eso se le suma que están tratando de hallar opciones en el tema de Dani Ceballos hay mucho más de dónde pegarse.
A sus 27 años Fekir acumula a su espalda una buena experiencia. Ya fue campeón del mundo con Francia en Rusia 2018, y aparte de todo es un jugador que puede jugar en varias posiciones de ataque. Eso es lo que quizás más gusta, y lo que de hecho tiene pendientes a los jefes merengues del potencial acuerdo. Buenas sensaciones si hay, el resto depende de la fiereza directiva.