El portugués no soporta más su presente en Italia, pide una segunda oportunidad
La salida de Cristiano Ronaldo del Real Madrid fue para todos en el mundo un golpe bastante cruel. Su llegada a la Juventus generó controversia, disgustos y hasta problemas internos, sobre todo en contra de Florentino. Allí, está clasificado como líder a los octavos de final de la Champions, y es segundo en la clasificación de la Serie A.
Sus números sin embargo están lejos de lo que tiene acostumbrados a todos. Lleva 7 goles y dos asistencias en lo que va de campaña, y lo peor de todo, se ha perdido las menciones de las dos últimas entregas de la gala del Balón de oro. Messi se le ha escapado, consiguió su sexta consagración y de hecho esto ha sido toda una revolución.
Al interno, con sus amigos más cercanos, el propio jugador portugués ha admitido que ha cometido un error, saliendo de Madrid y dejando el hueco libre para sus contendientes. Quizás en la capital tendría mayor vigencia, pues en Italia se lo está comiendo vivo Dybala, por solo citar un ejemplo.
Florentino le cierra la puerta en la cara a CR7
No es que oficialmente le haya dicho no, el tema pasa más por interpretaciones, pues Cristiano tiene 34 años, y en el siguiente mercado ya tendría 35. Zidane le ha pasado un proyecto en el cual se considera el hecho de contratar jugador con talento y vigencia, y no como Cristiano que está llegando a su nivel más bajo de toda su historia.
Sin dudas, ahora más que nunca parece pesarle a Cristiano su rebeldía, de haber seguido en Madrid seguramente habría asegurado más que los galardones, habría quedado inmortalizado porque allí nadie le tocaba, era el líder y el equipo rendía en base a él. Cosa aparte lo que experimenta ahora mismo, se tiene que conformar por luchar lo que resta de temporada, en donde las aspiraciones siguen intactas mientras pueda salir avante en lo que se enfrentan en los siguientes meses.
Un llamado de atención a las figuras del futuro, está claro que no se puede cambiar continuidad por nada en el mundo. Hasta los más grandes lo sufren y ya después no hay tiempo de llorar. Florentino ha cerrado la puerta a una posibilidad lejana, y a Cristiano le quedan sus piernas y su talento para seguir demostrando.
