Las dudas han ganado la batalla y el entrenador francés se queda sin un crack
Christian Eriksen ha sido el nombre más mencionado en el Real Madrid de los últimos meses, incluso por encima de Pogba o Mbappé. El danés siempre fue una alternativa interesante para reforzar el centro de la cancha, eso hasta que Zidane interviniera y dijera tajantemente que su estilo de juego no encajaba en su sistema, por lo que su contratación sería con seguridad, todo un fracaso.
El presente le ha terminado dando la razón al míster, y aunque parezca complejo de analizar, lo cierto es que poco a poco se ha ido demostrando que su visión ha sido acertada. Viene levantando el nivel de sus jugadores, y ha posicionado un manejo de grupo en el cual los jugones están supeditados a las zonas más de ataque; en el centro necesita polifuncionalidad, fuerza y derroche físico. Cosas que Eriksen no podría asumir en totalidad.
Independiente de todo eso es un jugador de mucho talento, quizás de los mejores del mundo. Termina contrato en verano y ya ha soltando prenda afirmando que no le interesa extenderlo. Ni Mourinho le pudo convencer, y eso es mucho decir. Eriksen necesita jugar a un mayor nivel de complejidad, y no es que la Premier no se lo proporcione, sino que desea ganar títulos, y sobre todo la Champions, cosa que en Londres la temporada que viene está bien complejo que siquiera logre clasificar.
Eriksen ha elegido su destino
Se ha cansado de esperar, ha dejado todo de lado aguardando por una oportunidad que su representante le ha dicho que no llegará. Ha sido frustrante para él, pues Florentino le quería, y le habían propuesto dos alas de acción, en donde lo más importante era cerrar el vínculo, independiente del valor fijado como eje de la negociación.
La primera era esperar a que se cumpliera su contrato y llevarle sin costo, la otra era simplemente lanzar una oferta absurda y arrastrarlo este mismo mes de enero. No fue así, y ya ha tomado su decisión. Eriksen se ha dejado tentar de la forma de exponer su proyecto por parte de Antonio Conte, y por 25 millones de euros pasará en los siguientes días al Inter de Milán. Vaya sorpresa.
El final de la novela ha llegado, un rumor desechado y el gato al agua para un Inter que viene cumpliendo con una labor interesante en medio de su renacimiento deportivo. Por los lados del Real Madrid las acciones se reducen a otros mercados, y seguramente con lo de Van de Beek están más que cubiertos, al menos así lo han pretendido dejar en claro.