El entrenador del Real Madrid, Chus Mateo, cuestiona las decisiones arbitrales tras el clásico
Chus Mateo, entrenador del Real Madrid, ha expresado su descontento con el arbitraje tras el enfrentamiento contra el Barcelona en el Palau blaugrana, que concluyó con un triunfo catalán 85-79. En declaraciones a los medios, Mateo destacó las dificultades iniciales del equipo y cómo, a pesar de un esfuerzo por recuperarse, ciertas decisiones arbitrales impactaron el desarrollo del encuentro, especialmente hacia el final.
El técnico madridista señaló que el arranque del Real Madrid fue menos que óptimo, con una actuación deficiente en el primer cuarto que facilitó el juego al ritmo del Barcelona. “Perdimos seis balones”, comentó, señalando el punto de inflexión que permitió al Barcelona construir una ventaja significativa desde temprano.
Mejora y esfuerzo insuficientes
Aunque el Real Madrid intentó remontar la diferencia en el marcador, especialmente en el segundo cuarto, Mateo admite que no lograron mantener el nivel de juego necesario para revertir completamente la situación. “Limamos un poco una diferencia que era grande y prácticamente igualamos el partido”, explicó, aunque resaltó la incapacidad del equipo para sostener ese impulso.
Este esfuerzo refleja la determinación del equipo, pero también subraya la necesidad de una mayor consistencia. “Cada minuto en el campo cuenta y debemos aprovecharlo al máximo”, añadió Mateo, reconociendo los desafíos enfrentados. La lucha por el control del juego fue evidente, marcando el ritmo de un encuentro lleno de altibajos. A pesar de los momentos brillantes, el equipo debe encontrar formas de prolongar su dominio en el campo.
La controversia sobre las faltas
El aspecto más polémico de las declaraciones de Chus Mateo se refiere a las eliminaciones de Tavares y Poirier, dos jugadores clave del Real Madrid, por acumulación de faltas. “No es muy normal”, enfatizó Mateo, insinuando una cierta anormalidad en la frecuencia de las faltas pitadas contra sus jugadores. Aunque reconoce que el baloncesto es un deporte de contacto y que situaciones así pueden ocurrir, la coincidencia en un partido tan crítico ha levantado sospechas.
Sin embargo, Mateo fue claro en no utilizar esto como excusa, insistiendo en la necesidad de adaptarse y encontrar soluciones incluso cuando las decisiones arbitrales no favorecen al equipo. “No me gusta demasiado hablar de lo que se pita o se deja de pitar”, sentenció, destacando la importancia de seguir compitiendo a pesar de las adversidades.