Dinero y tiempo, eso es lo que están echando a la basura con la terquedad inmersa en este caso
La planificación de la temporada que viene va a estar mucho más interesante de lo que se esperaba en el Real Madrid. Varios son los jugadores que tienen la carta firmada de salida, y hay otros que se niegan a aceptarlo. Es el caso de Éder Militao, que pese a la cuestionada presencia que mantiene en la capital, cierra todo vínculo que lo lanza directamente fuera del club de Concha Espina.
Esa lista está compuesta en este instante por valores del peso de Luka Jovic, de Gareth Bale y de James Rodríguez. Y entre ese grupito está desde luego el ex Oporto. Pero con una particularidad, no está dispuesto a negociar su salida, y se rige como debe ser en su caso a la legalidad de su contrato y los tiempos pactados.
Hace apenas una temporada que pagaron 50 millones de euros por su pase y las respuestas nulas por completo. Las primeras de cambio fueron interesantes, más que nada por ese despliegue que imprime, pero lo último, plano como una tabla y ya suenan alarmas de preocupación extrema. El remplazo de Pepe está dando muchos problemas y ya todos lo saben.
Militao no entiende razones
En torno a su situación se han tocado varias posibilidades, una de ellas es que efectivamente se debe priorizar un camino en el cual exista una aceptación de todos los frentes. Por eso una cesión se acomodaba como una chance efectiva, a la que desde luego se le hiciera ponderar algunos valores interesantes.
Pero no ha pasado por la mente del protagonista siquiera establecerlo en su mirada al futuro. Quiere a toda costa demostrar el porqué ha llegado con el nombre que ha llegado desde Oporto. Zidane cansado de esto ha manifestado que su deseo es que la directiva le ponga en venta, o que tomen la mejor de las decisiones al incluirlo en una de las transferencias a dos bandas en forma de parte de pago.
Hasta ahora no hay respuestas agradables ni mucho menos, lo único que se ha logrado es que la división interna se agrande, y que deje afectadas varias dependencias del club. Tanto cuerpo técnico, como jugador y directiva tienen una visión distinta, y mientras pasa el tiempo se va haciendo más complejo hallarle solución.