Esta semana hemos conocido que el Ayuntamiento de Sevilla ha concedido un nuevo plan de pago al Betis por sus deudas tributarias, algo que ha soliviantado a la ciudadanía ante lo que muchos creen un trato de favor hacia las grandes empresas. La noticia, positiva para las debilitadas arcas del club que dirigen Miguel Guillén y José Antonio Bosch, sorprende en un momento de crisis general como el que vive España, donde los clubes de fútbol deben 663,8 millones a Hacienda, sin contar al Real Madrid, al Barcelona, al Osasuna y al Athletic Club, de cuyas cuentas el Gobierno no ha querido ofrecer datos. Es el eterno debate entre quienes entienden cierto trato de favor en estos casos con empresas que pueden reportar beneficios a la sociedad, y los que reclaman un trato similar al que recibe cualquier ciudadano o empresa pequeña.