Un pedido que se ha unido a las necesidades por parte de la nueva dirección técnica es el foco del momento
Parte de los inconvenientes en el rendimiento del equipo la temporada que recién se ha acabado la deriva la falta de consistencia en marca en el centro de la cancha. Bajo la batuta de Rubi, el Betis se vio como un equipo vulnerable que apelaba a la tenencia para esconder sus reales inconvenientes de marca y fijación de los rivales en la zona más delicada.
Ahora esta situación quiere quedar resuelta y para eso se han destinado algunos movimientos. Una vez se ha llegado la conclusión demostrando que hay falencias, han derivado fijaciones claras y una de ellas es Joao Mario. El mediocampista del Inter de Milán es la obsesión de los jefes béticos de cara a esta nueva temporada.
El jugador ha dado todas las señales para estar listo y afrontar el llamado
Su última campaña la ha vivido en Rusia. Allí ha jugado cedido para el Lokomotiv de Moscú, club donde ha terminado jugando bastante y siendo muy importante para su desempeño en la Liga local. Sin embargo ha tenido que regresar a Italia y desde ya ha dejado en claro su postura. Su deseo es dar por terminada su aventura neroazurra argumentando temas personales y familiares.
Pero como todo en esta vida, no será sencillo ni mucho menos será barato. El Betis tiene que luchar cabeza a cabeza con el Benfica, club de su natal Portugal que le quiere repatriar. Ellos han ofertado mucho más dinero, y le ofrecen condiciones muy favorables. El Betis se centra en alternar su nombre, en esa transición de lo que quiere Pellegrini en esta nueva etapa.
Joao Mario debe tomar una decisión de inmediato
Estamos a nada de iniciar una nueva temporada y tanto desde el punto de vista legal como desde el punto de vista deportivo, es importante manejar las cargas. Benfica es el que parte con mayor ventaja además de tener cupo a copas, mientras Betis ofrece lo que tiene en sus manos, un proyecto ambiciosos y dedicado a futuro.
Todavía es muy prematuro para dictaminar qué podría suceder, y en Sevilla no pierden la esperanza. Saben que el nombre de Manuel Pellegrini es uno que genera demasiados efectos y confían en que sea determinante. Jorge Jesús en Portugal ya ha hecho limpieza y no ha sido propiamente flexible ante situaciones complejas en su mandato. El que pague 20 millones se lo lleva. Se abre la subasta.