El Espanyol logró un respiro vital con su victoria 3-1 ante el Celta en el RCDE Stadium, un triunfo que no solo suma tres puntos decisivo, sino que también refuerza la confianza de un equipo que busca alejarse de los fantasmas del descenso
El entrenador del Espanyol, Manolo González, se mostró visiblemente emocionado tras la victoria por 3-1 frente al Celta en el RCDE Stadium. En la rueda de prensa posterior al partido, el técnico destacó la importancia de este triunfo, tanto para el equipo como para su propia continuidad. Según González, era evidente que una derrota habría complicado su permanencia al frente del equipo: “No hace falta ser muy inteligente para saber que si no ganas y das mala imagen, las opciones de seguir se reducen”, declaró con honestidad.
El ambiente en el estadio fue un apoyo decisivo para el Espanyol. La afición, entregada de principio a fin, coreó el nombre del entrenador en varias ocasiones. Esto no pasó desapercibido para González, quien expresó su gratitud con palabras sinceras. “Desde el primer día, la afición me ha demostrado cariño. Si eres del Espanyol y todo el estadio canta tu nombre, no hay nada más impresionante”.
La victoria ante el Celta refuerza la confianza y cohesión del equipo
El triunfo llega en un momento clave para un Espanyol que venía de una racha complicada. Según el técnico, los jugadores estaban bajo una enorme presión, pero supieron convertirla en motivación para dar lo mejor de sí. “Se han quitado un peso de encima. Todos somos una piña y eso es lo que nos tiene que dar la permanencia”, aseguró con convicción.
En el plano colectivo, González destacó que este partido debe servir como ejemplo de cómo afrontar los desafíos restantes de la temporada. La victoria no solo brinda tres puntos importantes, sino que refuerza la confianza en un grupo que sigue creyendo en la salvación. “Esta es la manera de sacar al equipo adelante y mantenernos en Primera División”, subrayó.
El vínculo de Manolo González con el club y sus objetivos
Más allá del resultado, el entrenador dejó entrever su compromiso personal con el Espanyol. Su continuidad había sido puesta en duda en días previos, pero González dejó claro que su principal motivación no es el contrato, sino el orgullo. “Tengo amor propio y quiero acabar mi contrato. Que te echen no es algo que desee nadie”.
A pesar de las dificultades, el técnico reiteró su agradecimiento eterno a la afición y enfatizó la importancia de mantener la unión en el equipo y el club. “La palabra equipo tiene que estar siempre por encima de todo”. Con esta victoria, el Espanyol da un paso hacia adelante, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. Con humildad y determinación, González cerró la rueda de prensa dejando un mensaje claro. La lucha por la permanencia no ha terminado, pero este resultado es el primer paso hacia un final esperanzador.