En la rueda de prensa posterior al partido, el técnico admitió que los dos primeros goles del equipo rival fueron determinantes para el desarrollo del encuentro
El Espanyol sufrió una dura derrota por 4-1 ante el Athletic en San Mamés. Manolo González, visiblemente afectado, explicó que los dos primeros goles del rival marcaron la tónica del partido, dejando a su equipo sin capacidad de reacción. Desde el primer minuto, el conjunto blanquiazul se vio superado y González reconoció que el equipo no estuvo a la altura de las exigencias. La derrota en Bilbao, sumada a otros tropiezos recientes, subraya los problemas de consistencia del Espanyol esta temporada.
“El primer y segundo gol nos hicieron mucho daño”, admitió González tras el pitido final. El entrenador subrayó que fue un encuentro en el que el Espanyol no pudo competir como es debido, algo que solo había sucedido antes en Valladolid. Con un tono autocrítico, el técnico insistió en la necesidad de reconocer los errores y trabajar para corregirlos rápidamente. Según él, el planteamiento no fue el adecuado, lo que permitió que el Athletic tomara ventaja demasiado pronto.
Posicionamiento y roles: los errores claves en defensa del Espanyol
La falta de presión alta por parte del Espanyol resultó evidente, permitiendo que el Athletic encontrara espacios fácilmente. En la portería, la labor de Álvaro Fernández quedó eclipsada por una defensa que no supo contener el ataque bilbaíno. Los centrales Sergi Gómez y Calero, superados por la velocidad rival, dejaron demasiado espacio entre líneas, lo que aprovechó el Athletic para anotar.
En el mediocampo, Keidi Bare y Pol Lozano no lograron imponer el ritmo ni cortar las transiciones ofensivas del equipo vasco. Esto facilitó la conexión de los jugadores interiores del Athletic, complicando aún más la situación para los blanquiazules. La falta de coordinación entre la defensa y el mediocampo fue un factor determinante que terminó inclinando la balanza a favor del conjunto local.
Lesiones y disciplina: obstáculos adicionales para el Espanyol
Además de los problemas tácticos, el Espanyol enfrentó obstáculos por lesiones y falta de disciplina. González señaló que el equipo acusó la baja de jugadores clave, lo que mermó sus opciones. Asimismo, la ausencia de frescura mental en los momentos clave del partido fue un aspecto que el técnico no dejó pasar.
“Estamos fastidiados, pero no queda otra que levantarse rápido”, expresó González, refiriéndose al reto de preparar el próximo encuentro contra el Sevilla. El entrenador fue claro al señalar que el equipo necesita ser más agresivo y constante para evitar repetir actuaciones como la de San Mamés. Para él, este tipo de derrotas son una oportunidad para reflexionar, corregir errores y recuperar el nivel necesario para competir en Primera División. Sin duda, el mensaje final de Manolo González fue directo. No hay tiempo para lamentarse. “A nosotros no nos vale con no salir bien. Debemos dar nuestra mejor versión cada semana para poder competir”, concluyó el técnico.