Con un mensaje claro, González recordó que el Espanyol no puede permitirse una actuación mediocre en un duelo tan importante, enfatizando que su equipo debe competir al máximo en cada minuto
La derrota del Espanyol frente al Barça en su regreso a Montjuïc dejó a Manolo González, técnico perico, con sensaciones agridulces. Tras el 3-1, González se mostró crítico con el rendimiento de su equipo, especialmente en la primera mitad, donde el Espanyol no logró la intensidad necesaria para contener al rival. A pesar de los tres goles anulados, el entrenador subrayó que no basta con competir a medias y que salir al campo sin entrega puede costar caro. En el descanso, el Barça ya llevaba tres goles y el Espanyol tuvo que remontar emocionalmente para no hacer “el ridículo”.
González fue claro al afirmar que el nivel mostrado en la segunda mitad, donde el equipo luchó con mayor intensidad, es lo mínimo que espera de sus jugadores. “En la segunda parte hemos dado la cara y nos hemos acercado al nivel competitivo necesario”, comentó. Aun así, expresó que solo haber competido 45 minutos no es suficiente para un equipo como el Espanyol. La falta de contundencia en el inicio les pasó factura, y el entrenador admitió que es doloroso no estar a la altura de las expectativas.
La liga completa y la importancia de competir cada partido con intensidad
Sobre la afirmación de que el Barça no es “su liga”, Manolo González fue contundente, para él, la liga se juega cada jornada y en cada campo. Recordó que el equipo logró un empate valioso en el Metropolitano, y enfatizó que hablar de “otra liga” es excusa para quienes no dan el 100% en cada encuentro. Para González, la clave es ir siempre al máximo, como quedó demostrado en el segundo tiempo, aunque reconoce que remontar un 3-0 en el descanso es una tarea titánica.
A pesar del esfuerzo, González lamentó no haber mantenido la constancia desde el primer minuto, asegurando que de haber jugado con esa intensidad todo el partido, el resultado podría haber sido diferente. El entrenador se mostró orgulloso del compromiso que mostraron sus jugadores en la segunda parte, aunque sabe que las expectativas de la afición son mucho mayores.
Lesiones y decisiones estratégicas en el campo
Una de las preocupaciones que surgió en el partido fue la molestia de Kumbulla, quien tuvo que salir por precaución. González explicó que este cambio fue preventivo, pensando en los próximos encuentros y en la necesidad de cuidar al jugador. Además, el cambio de Omar obedeció a una estrategia de cara al próximo enfrentamiento contra el Valencia, dado que su participación será decisiva en ese encuentro.
El técnico reconoció que estos cambios, aunque necesarios, afectaron la estabilidad en el juego y la capacidad de respuesta del equipo frente a un Barça que mostró una efectividad altísima. González admitió que el tercer gol fue especialmente doloroso, pues sentía que el equipo no estaba mostrando su verdadera cara en la primera parte. Al finalizar la rueda de prensa, González destacó el papel de los jóvenes canteranos, mencionando a Bauza y Justin, quienes, según él, tienen potencial y demostraron responsabilidad en momentos clave del partido.