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Cómo se ven, cómo nos ven: Aitor Lagunas

Cinco letras definen el partido en Riazor el sábado entre Dépor y Zaragoza: final. Riazor.org se pone en contacto con Aitor Lagunas para que nos cuente cómo se ven y cómo nos ven antes del encuentro.

Parecía imposible hace apenas un mes. El Deportivo está a cuatro puntos de la salvación y espera en casa la visita del equipo que marca la permanencia en la categoría, el Real Zaragoza. Los de Manolo Jiménez llevan este año 2013 en blanco, sin vencer ningún encuentro en los últimos cuatro meses, mientras que los deportivistas vienen de dos triunfos consecutivos. Un choque de dinámicas en Riazor. Para informarnos de todo lo relacionado con el conjunto maño acudimos a charlar con el periodista Aitor Lagunas, comentarista en Gol Televisión y director de la revista Proyecto Panenka.

¿Qué caracteriza al juego del Zaragoza? ¿En qué es fuerte? ¿En qué es débil?

El problema del Real Zaragoza es, precisamente, la falta de un estilo definido desde hace ya varias temporadas. La delicada situación financiera e institucional, fruto de una errática gestión tras el desembarco de Agapito Iglesias como máximo accionista en 2006, ha gangrenado muchos de los órganos de un equipo que en el último medio siglo se acostumbró a moverse en la zona tranquila de la Primera División, a confeccionar una plantilla solvente al menos una de cada cinco temporadas y a picotear algún trofeo por década. Todo eso parece ya un lejano recuerdo a orillas del Ebro, y sin embargo la milagrosa salvación del año anterior gracias al liderazgo motivador de Manolo Jiménez pareció avalar un cierto cambio el pasado verano. Se prescindió del sobreabuso de las cesiones, de los jugadores extranjeros poco motivados y de los veteranos. Se adquirieron los derechos de futbolistas españoles con mucho más futuro que presente, más proclives a una cierta vinculación sentimental con un club que ahora se ve a sí mismo como un mero trampolín hacia cotas más altas.

Y en el plano táctico, esa mayor libertad de que gozó Manolo Jiménez en la composición de la plantilla -siempre muy limitada por la falta de liquidez económica- se tradujo en una apuesta más o menos reconocible, algo ya de por sí novedoso en los últimos tiempos: centrales físicamente poderosos, como Loovens y Álvaro -especialmente el cántabro, con buena salida de balón-, laterales con proyección como Abraham y Sapunaru, una pareja de medios centros con muy buen trato del balón (Movilla y Apoño), una línea de tres cuartos asimétrica (desborde por la izquierda con Montañés, más trabajo defensivo por la derecha con Zuculini y libertad creativa de Víctor Rodríguez por el centro) por detrás de un delantero referencia como Helder Postiga. Ese engranaje función hasta que concluyó el año 2012, cuando Manolo Jiménez ya insinuaba que el once inicial -muy por encima del resto de la plantilla- se estaba quedando sin gasolina. Esa es su principal debilidad: el Zaragoza tiene a once tipos que, bien descansados, podrían componer entre la 10ª y la 14ª mejor alineación de la liga. Pero un curso entero implica a más efectivos, y en el caso del cuadro aragonés los suplentes bajan mucho la media global.

¿Cómo ves al Zaragoza para afrontar la parte final de temporada? ¿Puede pasarle factura venir de más a menos cuando otros van de menos a más, como paradojicamente le pasó al Zaragoza el año pasado?

Es un factor que preocupa en Zaragoza, claro. La dinámica es claramente negativa, después de no haber sumado una sola victoria en los doce partidos que ha disputado en 2013. También preocupa que el rejuvenecimiento al que antes aludía haya reducido la capacidad de este vestuario de lidiar con escenarios peliagudos -el entorno habitual del Real Zaragoza desde hace un lustro- con respecto a las plantillas de años anteriores. Y, además, una mera cuestión estadística: salvarse en la última jornada es un motivo de gozosa celebración un año; si ocurre dos, puede constituir un milagro. Pero no es demasiado recomendable probar su eficacia por tercera vez consecutiva. Repasando el calendario, el seguidor aragonés no encuentra demasiados motivos para la ilusión: restan cinco partidos en ‘La Romareda’ por cuatro fuera -cuando el Zaragoza es el peor equipo como local-, falta por jugar contra el Barça y ha de lidiar en enfrentamientos directos con otros tres cuadros implicados en la permanencia. El primero, el de este sábado en Riazor.

¿Cuáles son los futbolistas más en forma del Zaragoza en estos momentos?

Para empezar es fundamental la recuperación de Roberto, un portero de mucha envergadura y reflejos, que ha salvado bastantes puntos. En defensa, Álvaro y Abraham están completando una buena campaña. A Apoño le cuesta entrar en los partidos, pero si a Movilla le respeta el físico malagueño y madrileño componen una buena dupla en la media. Helder está protagonizando su mejor temporada goleadora de su carrera y Paco Montañés se ha adaptado bien a la categoría.

¿Qué han aportado los fichajes del mercado invernal al conjunto de Manolo Jiménez?

Poco. Manolo Jiménez buscaba un delantero capaz de repartirse la carga goleadora con Helder Postiga -y llenar el hueco dejado por Carlos Aranda con su marcha a Granada- pero la estrechez económica lo imposibilitó. En lugar de un ariete contrastado -como Diego Forlán- se tuvo que recurrir a jugadores jóvenes -Rodri, Rochina, Adrià Carmona- o poco conocidos -Bienvenu-. Ninguno se ha asentado en el once, aunque Rochina pareció cerca de logarlo y Rodri firmo el tanto del Zaragoza ante el Madrid el pasado fin de semana. También se buscó -y se sigue buscando- un mediocentro que enriquezca la medular con un trivote, pero no hay dinero ni demasiadas opciones en el mercado. De los seis equipos implicados en el descenso, creo que el Zaragoza es el que peor se ha reforzado.

¿Qué jugadores del Dépor valdrían para el Zaragoza?

Varios. No hay ningún hombre con la clarividencia y la elegancia de Juan Carlos Valerón, pero no sólo en el Zaragoza sino en 12 de los 20 equipos de Primera. Pizzi me daba la sensación de ser un futbolista de Youtube, de aquellos que quedan bien en los resúmenes porque siempre dejan cuatro o cinco gestos resultones; sin embargo, contemplar con regularidad partidos enteros del Dépor ha mejorado mi impresión de él (aunque no tanto como quien quiera que en el Atlético accedió a pagar 13,5 millones de euros por él). Riki es un delantero necesario en cualquier equipo que busque no descender: poderoso físicamente, habituado a morder a los centrales y con unas cifras goleadoras más que aceptables. Por su parte, Silvio ha mejorado los laterales; incluso a banda cambiada es mucho mejor que Evaldo. Por último, Abel Aguilar me parece un jugador tremendamente completo. Ya me lo parecía cuando pasó por el Zaragoza hace unas temporadas.

¿Qué te gusta del Dépor? ¿Qué ves como puntos débiles?

En el partido contra el Mallorca vi a un Dépor dispuesto a sufrir, sabedor de la trascendencia del momento pero en absoluto incómodo con la presión. De hecho me sorprendió la frialdad con la que completó la remontada. Me gusta la apuesta de Fernando Vázquez por un centro del campo con futbolistas de buen pie, la recuperación de Valerón a pesar del bajón físico, y creo que ha ganado algo de consistencia defensiva. Sin embargo, el Dépor sigue concediendo varias ocasiones claras a lo largo de cada partido. La pareja de centrales no me parece extremadamente fiable y, en general como me ocurre con casi todos los equipos de la segunda mitad de la tabla, se me antoja un equipo mucho mejor de medio campo hacia adelante que hacia atrás.

¿Cómo lo has visto hasta ahora?

Recuerdo que empezó bien, con una victoria y varios empates, pero que pronto perdió pie en la clasificación. Sin embargo, en ningún momento se ha dejado llevar, incluso en medio de una situación institucional bastante intranquila. Creo que buena parte de las constantes vitales que presenta el Dépor se las proporciona su afición, verdadera depositaria del notable legado futbolístico que a nivel nacional e internacional representa el Deportivo de La Coruña. Estas dos victorias contra Celta y Mallorca enganchan al cuadro deportivista a la pugna por la permanencia cuando quizá en su misma situación otra plantilla se habría entregado al mal ambiente o al derrotismo. Precisamente por experiencia propia, y por partida doble, el Real Zaragoza ejemplifica que un conjunto desahuciado en la jornada 25 puede salvar la categoría si se mantiene unido y cuenta con el aliento de los suyos. Lo que veo más complicado es que ambos equipos, Dépor y Zaragoza, mantengan la categoría: creo que uno de los dos descenderá porque Osasuna y diría que también Granada escaparán de la quema con antelación.

EGD Deportivo