El finiquito de Rafa Benítez es un problema para el club, pero Marián Mouriño ha diseñado un plan para poder cuadrar las cuentas sin debilitar al equipo
El Celta ha tomado la decisión que llevaba esperando la afición a lo largo de toda la temporada. El club gallego ha despedido a Rafa Benítez y ha puesto de primer entrenador al técnico del filial, Claudio Giráldez. Sin embargo, no va a salirle cara esta operación a los celestes ya que tendrán que abonar un finiquito muy alto al madrileño. Concretamente, en los próximos dos años recibirá entre 7 y 9 millones de euros. Es por eso Marián Mouriño está muy preocupada por las finanzas del club.
Esta era la principal causa del motivo de por qué Benítez no fue despedido con anterioridad. Sin embargo, lo deportivo ha primado sobre lo económico que era lo que pretendía la afición y gran parte del vestuario. Aún así, el Celta ha tenido que hacer un esfuerzo considerable para comunicarle que no sigue. Y es que el técnico se ha mostrado frío y esperaba seguir en el banquillo celeste más años.
Rafa Benítez no perdonará nada a Marián Mouriño
El Celta esperaba un gesto de buena voluntad de parte de Rafa Benítez. Sin embargo, se ha encontrado con todo lo contrario. Y es que el preparador madrileño no ha perdonado ninguna cantidad de su finiquito. El club le firmó tres años y así los percibirá. Algo que ha molestado mucho al cuadro gallego ya que creía que el entrenador iba a colaborar en algo de cara a la difícil situación económica que se sabe que tiene el club.
La realidad es que ambas partes han acabado muy tensas y no se esperaba ningún gesto por ninguno. El entrenador madrileño no se ha ganado ni al vestuario ni a la afición. Que no ha entendido en ningún momento las decisiones que ha ido tomando a lo largo del tiempo. A pesar de ser un entrenador con cierto bagaje internacional, ha sido despedido por casi todos los equipos en los que ha estado.
Nadie se ha despedido del vestuario
Solo Iago Aspas, eterno capitán celeste ha mostrado un mensaje cordial y educado por la marcha del míster y de su cuerpo técnico. Por lo tanto, es una clara muestra de que la situación estaba a apunto de explotar. Nadie se ha despedido del madrileño que ha mostrado su desagrado a través de su entorno. Quien acusa al club de no cumplir lo que le prometieron al inicio.
Aún así, lo peor ya ha pasado. Benítez se marcha del club gallego habiendo sido uno de los peores entrenadores de la historia. Ha dejado en Vigo al equipo en la posición 17. Ha sido un fracaso en el año del centenario. No ha peleado por Europa y ningún jugador ha mejorado su rendimiento con respecto a otras temporadas.
