Con cada día que pasa, el director deportivo céltico reúne nombres para fichar al que se encargará del extremo izquierdo, cuando el albaceteño salga de Balaídos, con probable destino a Sevilla
La presidencia del RC Celta ha encargado a Marco Garcés el fichaje de un extremo izquierdo, el cual releve el puesto que dejará Alfon González. Hay que enfatizar que sea cual sea el destino del atacante albaceteño, este abandonará Balaídos al término de la temporada. Las razones van desde desacuerdos en la renovación, con la oferta que envió el Sevilla FC por él.
Lo cierto es que Alfon se irá y dejará una vacante en el extremo izquierdo, la cual Marco Garcés piensa llenar con talento nacido en Málaga, pasado en Betis y al servicio actual del Leganés. Hablamos de Juan Cruz, un jugador bastante utilizado por Borja Jiménez, y una de las piezas clave en el esquema ofensivo del club pepinero.

Juan Cruz comienza a mover el interés de Marco Garcés y el Celta
El atacante hispano-argentino ahora al servicio del equipo madrileño, es la nueva opción que ha entrado en la carpeta céltica. Aunque el directivo tiene más nombres en su agenda, la alternativa del ex Málaga está llamando la atención de Claudio Giráldez. Sus actuaciones en Butarque han traspasado fronteras, hasta llegar a oídos de varios entrenadores en LaLiga.
En este momento, Juan Cruz tiene contrato con Leganés hasta el 30 de junio del 2028. Su precio en el mercado es de 4 millones de euros, y de momento no registra cláusula. Sin embargo, el plan de Garcés pasa por pedir la cesión del extremo, con posible opción de compra obligatoria, si cumple con algunos parámetros. El principal lío es que el conjunto pepinero, no tiene la intención de dejarlo ir.
Un plan B que Marco Garcés sigue contemplando: delantero de origen danés
Se trata del extremo izquierdo Mathias Kvistgaarden, quien milita en el Brondby IF de Dinamarca. El atacante de 22 años y origen danés, es uno de los jugadores más destacados de su equipo. De hecho es el más caro de su plantilla, con un precio base de 8 millones de euros. Su contrato allí está firmado hasta el 2027, y de momento no registra cláusula de rescisión.
Lo más probable es que el Brondby exija el pago de los 8 kilos en los que está tasado el ariete. Pero es ahí donde entra la gestión de Garcés, y su capacidad de negociación. Se habla de una cifra entre 3 y 5 kilos, que los Mouriño están dispuestos a autorizar. Pero hay que entender que Kvistgaarden está siendo monitoreado por varios clubes en toda Europa.