Todo el plantel celtista está al tanto de lo que pase con el atacante uruguayo
El retorno del delantero charrúa Maxi Gómez al RC Celta, empieza a tomar forma y el fichaje se cerraría a más tardar la próxima semana. Sin embargo aún no hay nada seguro, pero Felipe Miñambres trabaja incesantemente junto con Carlos Mouriño, en conseguir su firma y materializar la esperanza de toda la afición celtista.
Uno de los más interesados con la operación es sin duda el Chacho Coudet, pues tendrá un recambio de garantías para sus dos hombres en ataque. Nos referimos a Iago Aspas y Santi Mina. El dúo de delanteros tienen condiciones de sobra y un gran despliegue de fútbol, pero al igual son piezas que pueden llegara a faltar en algún tramo del campeonato.
La operación de Maxi Gómez es tangible pero un tanto difícil
La llegada del ariete sudamericano a Balaídos, aún está en el trampolín de la duda. Lo único seguro es que el Valencia CF buscará venderlo a toda costa, en este mercado estival. Hasta ahí ya hay una esperanza para el conjunto gallego, pues el cuadro ches no pensaba en darle salida al jugador. No obstante las últimas maniobras de José Bordalás, incluyen dicha salida.
El problema viene en la cuestión de cuales son las condiciones para que el Valencia CF deje salir al delantero. Básicamente son las mismas de siempre, el factor económico. La dirección deportiva valencianista ha tazado la salida de Maxi Gómez en 25 kilos, mismo precio por el que está cotizado en el mercado. He aquí el primer obstáculo para el conjunto vigués.
El segundo obstáculo para el Celta en su objetivo de fichar a Maxi Gómez
Como si no fuera poco, el Celta se ha encontrado otro problema, y es que según fuentes cercanas al Valencia, desde Francia están dispuestos a pagar por el delantero charrúa. Al parecer el Olympique de Marsella ya se habría contactado con el club valencianista para negociar el pase de Maxi Gómez. El conjunto francés quiere cubrir la salida del argentino Darío Benedetto, el cual terminó fichando por el Elche CF.
A pesar de los dos enormes obstáculos que tiene la escuadra céltica, en su afán de cerrar el fichaje del charrúa, se abre una pequeña luz de esperanza. El mismo jugador manifestó que quiere seguir en el fútbol español, y le hizo un guiño a su ex equipo. Ahora solo resta que las gestiones de Miñambres y Mouriño surtan efecto y puedan lograr el retorno del ariete uruguayo a Balaídos.