Claudio Giráldez, entrenador del Celta de Vigo, no ocultó su frustración tras la derrota 2-1 frente al Rayo Vallecano en Vallecas. En una rueda de prensa cargada de autocrítica y análisis, el técnico calificó el resultado como un “castigo excesivo” para el esfuerzo de su equipo
Claudio Giráldez, técnico del Celta de Vigo, expresó su frustración tras la derrota sufrida frente al Rayo Vallecano en el Estadio de Vallecas. El partido, que culminó con un 2-1 a favor de los locales, dejó al entrenador con la sensación de que el marcador no reflejó el esfuerzo de su equipo. “No merecimos perder”, declaró Giráldez, visiblemente afectado, mientras analizaba las decisiones arbitrales y los errores puntuales que marcaron el encuentro.
El duelo comenzó con intensidad, y el Rayo se adelantó con un gol de Adrián Embarba, aprovechando un fallo en el despeje de Vicente Guaita. Aunque el Celta buscó reaccionar, Jorge de Frutos amplió la ventaja local tras una rápida jugada colectiva. El técnico gallego destacó la actitud de sus jugadores, pero lamentó los errores en ambas áreas. “Cuando no aciertas en las áreas, hay poco que decir”, sentenció.
Un arbitraje polémico y el uso del VAR en el centro del debate
Durante la rueda de prensa, Giráldez no ocultó su descontento con algunas decisiones arbitrales que, a su juicio, condicionaron el desarrollo del partido. Aunque mantuvo un tono respetuoso, insistió en la necesidad de un uso más eficiente del VAR. “Hay situaciones claras en las áreas que debían haberse revisado. Los árbitros tienen que apoyarse más en la tecnología”, afirmó.
Además, reconoció que, aunque los colegiados están preparados y trabajan con dedicación, los errores arbitrales en un campo tan rápido como Vallecas pueden ser decisivos. “No queremos calentar el ambiente, pero creemos que hay aspectos a mejorar en la Liga”, añadió el técnico celeste.
Frustración y autocrítica: un vestuario golpeado
Más allá de las decisiones externas, Giráldez hizo hincapié en aspectos internos que deben mejorar. En particular, señaló la expulsión de Marcos Alonso, un incidente que dejó a su equipo en inferioridad numérica. “Sabemos que no puede entrar así al campo, y eso nos condicionó. Hay situaciones que se tienen que hablar para no repetir errores”, subrayó.
Pese a todo, destacó el esfuerzo colectivo y la actitud del equipo, calificando como “brutal” la aportación de los jugadores desde el banquillo. Sin embargo, la derrota dejó un sabor amargo en el vestuario. “Es una pena entrar al vestuario y ver al equipo así. Este resultado es demasiado castigo”, concluyó Giráldez, dejando claro que, aunque dolidos, el equipo buscará levantarse. El entrenador cerró su intervención con una reflexión sobre la imprevisibilidad del fútbol, que, en palabras suyas, “a veces tiene cosas extraordinarias, aunque sean difíciles de aceptar”.