El entrenador del Celta de Vigo, Claudio Giráldez, celebró la victoria de su equipo ante el Getafe, un triunfo que aunque estuvo lejos de ser espectacular, fue clave para fortalecer la confianza en este tramo de la temporada
Claudio Giráldez, entrenador del Celta de Vigo, se mostró satisfecho tras conseguir un triunfo vital frente al Getafe en un encuentro que, aunque careció de brillo, supuso una oportunidad para reforzar la confianza del equipo. En un partido marcado por su tono estratégico más que por la espectacularidad, el Celta demostró su madurez, especialmente en situaciones clave.
El encuentro reflejó la dificultad de enfrentarse al esquema de José Bordalás, conocido por su estilo aguerrido. A lo largo de los noventa minutos, el Celta tuvo que lidiar con un rival que, si bien no ofreció un gran despliegue técnico, impuso una gran presión táctica. Giráldez valoró la madurez de sus jugadores, que se mantuvieron firmes en los momentos más complicados. La victoria, aunque justa según el entrenador, estuvo en peligro en varias ocasiones, sobre todo durante los centros laterales del Getafe que generaron incertidumbre en el tramo final.
El peso de Aspas y la cautela en su gestión dentro del equipo
Giráldez, por otro lado, destacó el papel fundamental de Aspas en la cancha, aunque puntualizó la necesidad de administrarlo correctamente. Consciente de que el delantero no puede estar presente en todos los minutos y encuentros, reconoció que en este partido se le necesitaba hasta el final para asegurar el control en los momentos clave. “Cuando la tiene en el pie, nos da una tranquilidad que pocos jugadores ofrecen”, explicó el técnico.
Además, mencionó que el equipo supo capitalizar su superioridad numérica, aunque admitió que hubo lapsos en los que la ansiedad complicó el juego. La falta de brillantez fue evidente, pero, para Giráldez, lo que importaba era sacar el partido adelante, y así lo hicieron.
Disciplina en el juego y un Douvikas decisivo en el ataque
En cuanto al desarrollo táctico, el entrenador elogió la disciplina de sus jugadores. El Celta mostró momentos de buen fútbol, combinados con momentos de tensión debido a la presión del Getafe. Giráldez reconoció que algunos aspectos del juego aún necesitan ajustes, especialmente en términos de manejo de la verticalidad y el ritmo.
El gol de la victoria llegó gracias a Tasos Douvikas, quien, en palabras de Giráldez, hizo un “partidazo”. El delantero griego fue esencial, atacando espacios y adaptándose al juego contra un rival que defendía adelantado. “Nos dio mucho y estuvo acertado en situaciones de espalda al arco”, comentó Giráldez, resaltando que su actuación fue clave para el resultado final. Para el técnico, esta victoria es un paso positivo, pero mantiene su enfoque en mejorar ciertos aspectos del juego colectivo.