Todo indica que el acuerdo entre partes está por romperse, por un tema de tipo económico
Óscar García podría enfrentarse a la peor noticia posible en relación a su equipo el Celta de Vigo, y su lateral izquierdo titular, el argentino Lucas Olaza. El ex de Boca Juniors está por la vía de seguir activo en Europa pero el cuadro español no ha cumplido con parte de los acuerdos según la extensión de los vínculos por culpa de la pandemia.
Desde el país sudamericano se muestran inflexibles, de ninguna manera van a permitir pagar parte de su salario como se lo han propuesto los directivos del Celta. Ellos son partidarios de que si van a extender su contrato sean los españoles quienes asuman las obligaciones, y no una obligación compartida por quién en teoría no hace parte de la plantilla física del club.
Para el jugador es una situación confusa, de la que por el momento prefiere mantenerse al margen
Una vez emitidas este tipo de situaciones al jugador no le ha quedado de otra que pasar de largo. Ve con extrañeza que todo esto se presente en escuadras del prestigio de las dos enfrentadas. Boca está exigiendo el retorno inmediato del jugador, dado que el 30 de este mes la vinculación oficial terminará.
Y si no se da la facilidad por parte de la directiva xeneize, es lo que corresponde. El problema es para el entrenador celtista, que aparte de la delicada situación en la tabla, ahora le tiene que sumar una ausencia de la que no conoce soporte entendiendo que no hay sustitutos avalados para tomar el cargo.
Cuesta arriba para una plantilla que con la soga al cuello se juega la permanencia en 9 jornadas
Jugadores como Iago Aspas han estado escépticos a todo este movimiento turbulento de la directiva celeste. Manteniendo absoluto silencio han demostrado la poca fiabilidad que tiene este momento para la organización del club. Si pierden a Olaza no se sabe de dónde vayan a salir a flote, las exigencias son grandes y las respuestas son nulas.
Las divisiones menores están en crísis, no hay dinero para salir al mercado a afrontar el tema y con Boca las relaciones se han deteriorado. Los gauchos son de los pocos equipos en Sudamérica con una economía estable, capaz de pelear de lleno con otros mercados, y mucho más cuando tienen la legalidad de su lado. Preocupante tema.