Jailson y Manquillo, jugadores incógnitas en el Celta post – Benítez, pues la nueva dirección técnica del Celta reevalúa las apuestas
La salida de Rafa Benítez del Celta de Vigo ha dejado varios interrogantes sobre el futuro de algunos jugadores, especialmente aquellos que fueron fichajes claves durante la ventana de enero bajo su recomendación. Jailson Marques y Javier Manquillo, dos incorporaciones que respondieron a las necesidades tácticas y físicas que Benítez veía en el equipo, ahora se encuentran en una situación de incertidumbre con la llegada de Claudio Giráldez al banquillo celeste.
Jailson, quien llegó a enfrentarse al Real Madrid en la final del Mundial de Clubes en 2017, fue fichado para aportar fuerza y altura al centro del campo del Celta. No obstante, el perfil preferido por Giráldez parece inclinarse hacia jugadores con características distintas, como lo demuestra la promoción del canterano Damián Rodríguez, quien dista del porte físico de Jailson. La posición de Óscar Mingueza en el esquema de Giráldez será clave para determinar el rol que Manquillo desempeñará en el futuro cercano del equipo.
La visión de futuro del Celta y el legado de Benítez
La influencia de Benítez en los fichajes de los jugadores de invierno del Celta fue notable, eligiendo a jugadores que complementaran su visión táctica para el equipo. Sin embargo, con el cambio de dirección técnica, el Celta se ve ahora en la tarea de adaptar o redefinir el papel de estos jugadores dentro de la plantilla, considerando las nuevas necesidades y el estilo de juego que Giráldez quiera implementar.
Otros futbolistas como Mihailo Ristic o Vicente Guaita, también alineados con las preferencias de Benítez, podrían ver cómo su situación en el club se redefine en función de las decisiones del nuevo cuerpo técnico. La llegada de Giráldez al Celta no solo marca el inicio de una nueva era en términos de gestión y enfoque deportivo, sino que también plantea un desafío en cuanto a la integración y aprovechamiento de los jugadores fichados bajo la tutela de su predecesor.
Una transición entre la continuidad y la renovación
El Celta de Vigo se enfrenta a un periodo de transición, en el que deberá evaluar cuidadosamente cómo maximizar el potencial de su plantilla actual mientras contempla posibles ajustes para alinear el equipo con la filosofía de Giráldez. La situación de Jailson y Manquillo simboliza el reto de armonizar las decisiones pasadas con las aspiraciones futuras, buscando un equilibrio que permita al Celta competir al más alto nivel sin perder de vista la cohesión y la identidad del equipo.
Este escenario de cambio abre el debate sobre la gestión de la plantilla y la posible reconfiguración táctica que Claudio Giráldez podría implementar. La visión del nuevo técnico será clave para determinar si jugadores como Jailson y Manquillo se adaptan a los nuevos esquemas o si, por el contrario, se buscarán perfiles diferentes que se ajusten mejor a su metodología de juego.
