Bajo la dirección de Iñigo Pérez, el equipo mostró solidez en la primera mitad y supo resistir los embates del Valencia en los momentos decisivos. El técnico valoró el compromiso del grupo
El Rayo Vallecano logró superar una racha de tres derrotas consecutivas tras imponerse al Valencia en un Mestalla vibrante. El entrenador, Iñigo Pérez, no ocultó su satisfacción por este respiro, señalando que el equipo necesitaba esta victoria para recuperar confianza y dejar atrás un período complicado. Según sus palabras, la primera parte del equipo fue sólida y efectiva, mientras que la segunda, marcada por los ajustes tácticos del rival, dejó sensaciones encontradas.
Pérez destacó especialmente la capacidad del equipo para sostener el resultado, un aspecto que había fallado en encuentros anteriores. “Nos ha pasado muchas veces este año, pero hoy hemos sabido manejarlo”, afirmó el técnico, visiblemente aliviado. El ambiente de Mestalla, que siempre había valorado como jugador, fue otro de los elementos mencionados por el entrenador, subrayando que este tipo de atmósfera potencia el fútbol de calidad.
La banda izquierda como clave en la estrategia
Uno de los puntos tácticos destacados por Iñigo Pérez fue el papel de la banda izquierda en el planteamiento del partido. Consciente de las bajas que afectaban al Valencia en esa zona, el Rayo buscó generar peligro constante por ese lado del campo. Diego López, habitual protagonista por su profundidad y desborde, cumplió con creces esta misión, poniendo en aprietos a la defensa rival.
La estrategia fue clara, aprovechar las debilidades del rival y mantener el equilibrio defensivo para contener los contragolpes. Pérez explicó que la intención era buscar el desajuste en jugadores que no están acostumbrados a actuar en posiciones defensivas tan exigentes, y los resultados confirmaron el acierto del planteamiento.
Disciplina, lesiones y la confianza recuperada
El entrenador también resaltó el compromiso del equipo en términos de disciplina. “Sabíamos que la intensidad del Valencia nos iba a exigir máxima concentración”, apuntó Pérez, quien valoró el esfuerzo colectivo para evitar errores innecesarios. Esta solidez fue determinante para que el Rayo resistiera los embates del rival en los minutos finales.
En cuanto a lesiones, el técnico reconoció que el equipo llega justo en términos físicos, pero subrayó la importancia de administrar los esfuerzos en el tramo final de la temporada. La victoria no solo supone tres puntos, sino también un impulso moral para un grupo que necesitaba reencontrarse con el triunfo. “Este resultado nos devuelve la confianza. Ahora toca seguir trabajando para dar continuidad a estos buenos momentos”, concluyó Pérez con un tono esperanzador.