El centrocampista cada vez está más asentado en el Racing de Santander
Iñigo Vicente está empezando a subir el nivel en el Racing de Santander. Tanto es así que desde Bilbao ya comienzan a llegar los típicos comentarios ventajistas que condenan la decisión de Ernesto Valverde de no dar al chaval ni una sola oportunidad de demostrar que era jugador válido para el Athletic.
Hablamos de un perfil de futbolista que siempre va a tener detractores. Típico jugador de mucha calidad, que se cree muy bueno y que muchas veces descuida el trabajo defensivo. Pero Iñigo Vicente ha caído en el Racing de Romo. Un equipo que no negocia el esfuerzo, que a pesar de las bajas compite contra todo y contra todos.
El VAR empaña el gran partido del Racing
Y es que bien las expulsiones, bien las lesiones, Romo no ha podido contar con sus mejores hombres en la mayoría de los partidos. Y ahí la máxima a seguir siempre ha sido la misma: apretar en intensidad, dejarse todo en el campo y competir. Iñigo Vicente arrancó la temporada con críticas. Pero poco va demostrando la calidad que atesora, al mismo tiempo que curra como el que más.
Contra el Alavés se volvió a ver a un Racing aguerrido, que no teme a nada ni a nadie. El mejor seguramente fue un Iñigo Vicente que fue un calvario constante para el lateral del Alavés. De sus botas nacieron dos asistencias perfectas, una a Satrustegui y otra a Arturo. Ambos goles no subieron al marcador por controvertidas decisiones del VAR, único responsable de que el Racing no sumase los tres puntos.
Iñigo Vicente crece en El Sardinero
En este gran momento racinguista, Iñigo Vicente está teniendo cada vez más peso. Y una actitud encomiable, ya que tras ser sustituído en Leganés al poco de entrar al campo, respondió con un partido muy completo ante el Deportivo Alavés. Quiere demostrar con hechos que el entrenador del Athletic se equivocó dejándolo marchar.
Recordar que Iñigo Vicente salió gratis del Athletic, simplemente a cambio de un bonus por objetivos y porcentaje de una futura venta. En el Racing ha encontrado su sitio y con la confianza de Romo y el rigor defensivo innegociable del entrenador racinguista, cada día es mejor futbolista.
