El Racing de Santander transmite unas sensaciones que ilusionan a su afición con el regreso inminente a la élite
Opinión.- El Racing de Santander cabalga un año más en el pozo de la Segunda División B con el objetivo único y obligatorio de regresar cuanto antes al lugar que le corresponde a un club de más de 100 años de historia, con 44 temporadas en Primera División y otras 37 en Segunda.
Tras tocar la gloria en 2008 con la clasificación para la Copa de la UEFA, el equipo se fue hundiendo hasta descender de forma consecutiva de Primera a Segunda y de Segunda a Segunda B. En unos años oscuros por escándalos de corrupción del presidente Pernía, el club tocó fondo.
La afición vuelve con mucha fuerza
Sin embargo, la fuerza social de la espectacular afición y de varios de los ex jugadores que más aman al Racing, con Quique Setién, Canales, Álvaro González, Colsa o Munitis, lograron completar una ampliación de capital y el equipo retornó a sus aficionados.
Ahora, con la felicidad recuperada a nivel social, el Racing se abre paso en el Grupo II de la Segunda División B. Los cántabros son líderes con 17 puntos tras 7 jornadas disputadas, en las que han logrado 5 victorias y dos empates. Sus máximos rivales son el Mirandés, el Bilbao Athletic y el Barakaldo.
De la mano de Ivan Ania, ex jugador del Real Oviedo y actual entrenador racinguista, el Racing ha encontrado la inercia del campeón. Sin ir más lejos, el pasado domingo se impuso por 0-1 al segundo clasificado y rival directo, el Barakaldo, en una nueva exhibición de la afición cántabra.
Y es que aunque el equipo esté en la categoría de bronce, la afición nunca ha bajado de los primeros puestos de Primer División. El domingo hubo más de 2000 personas, en un día de perros en lo climatológico y a domicilio. Este Racing promete. Este Racing, está más cerca de volver donde le corresponde.
