A pesar de caer 0-2 en casa, Parralo destacó la entrega y el carácter de sus jugadores, subrayando que lo dieron todo en el campo, aunque reconoció que el temprano desajuste en los primeros minutos les costó caro
Cristóbal Parralo, entrenador del Racing de Ferrol, no ocultó su orgullo por la entrega de su equipo tras el duelo contra el Racing de Santander. Un partido marcado por la intensidad desde el inicio, donde el conjunto local se vio sorprendido por un temprano 0-2. A pesar de lo adverso del marcador, Parralo destacó la reacción enérgica de sus jugadores, quienes, a su juicio, lo dieron todo en el terreno de juego. “No hay nada que reprochar cuando un equipo se entrega así”, expresó el técnico, subrayando el esfuerzo colectivo.
El preparador señaló que la clave estuvo en los primeros minutos. “Concedimos muy pronto y eso nos condicionó”, comentó Parralo, añadiendo que los primeros compases fueron determinantes en el desarrollo del encuentro. La salida al campo no fue la esperada, y esa falta de intensidad inicial les pasó factura. “Un partido se juega desde el primer minuto, y hoy no lo hicimos como debíamos al principio”, reflexionó, abriendo la incógnita sobre cómo podría haber cambiado la historia si su equipo hubiera arrancado con la concentración necesaria.
Reacción y espíritu combativo tras el descanso
Tras el descanso, el Racing de Ferrol mostró otra cara, un equipo decidido a luchar y reducir distancias. Parralo reconoció la labor de sus jugadores en la segunda mitad, donde se notó un cambio táctico. “Saltamos la línea de creación y apostamos por un juego más directo, buscando espacios”, relató. Este ajuste permitió que el equipo ganara duelos y avanzara metros con determinación, algo que el entrenador valoró positivamente.
Mencionó la labor de los centrales, con Naldo mostrándose firme en la zaga y David Castro aprovechando el partido para ganar confianza y ritmo competitivo. “Naldo estuvo imperial, como siempre, y David demostró que sigue creciendo”, señaló Parralo con satisfacción, destacando el papel de ambos en mantener la defensa lo más sólida posible ante un rival de gran calibre.
Disciplina: interrupciones y el tiempo añadido
El entrenador también tuvo palabras sobre la gestión del tiempo añadido, un punto que le generó cierta molestia. “Hubo muchas paradas y el tiempo extra fue solo de 5 minutos”, comentó, dejando entrever su descontento con la gestión arbitral en ese aspecto. Las numerosas interrupciones perjudicaron el ritmo del partido y afectaron las posibilidades de un final más apretado.
Sin embargo, Parralo cerró su intervención con un mensaje claro, la actitud de su equipo es el camino a seguir. “Nos enfrentamos al líder, y la lección es que, si bien hay detalles por mejorar, la entrega y el corazón que mostraron es lo que más valoro”, concluyó, convencido de que este tipo de actuaciones fortalecen al grupo y sirven de aprendizaje para futuros encuentros.