El Racing de Ferrol atraviesa uno de sus momentos más delicados en la temporada tras sufrir una contundente goleada (1-5) ante el Oviedo, que dejó al equipo hundido en los últimos puestos de la clasificación
El Racing de Ferrol vivió una noche para el olvido tras caer estrepitosamente ante el Oviedo en un duelo donde no lograron mostrar ni rastro de competitividad. El marcador reflejó más que una derrota, evidenció una crisis que hunde al equipo gallego en los últimos puestos de la Segunda División. Cristóbal Parralo, técnico del Racing, afrontó la rueda de prensa posterior con un semblante que dejaba clara la frustración de la jornada. “No hay análisis que hacer. Desde el principio hasta el final no hemos sido capaces de jugar al fútbol”, expresó con evidente decepción.
La derrota no fue solo abultada, sino también humillante en términos de actitud y ejecución. Parralo, fiel a su estilo directo, admitió que este es probablemente el peor partido que ha vivido al mando del equipo. A pesar del golpe, dejó un mensaje firme, “Mientras tenga energía seguiré trabajando y luchando”. Sin embargo, no ocultó su preocupación por la imagen mostrada en el campo, enfatizando que perder es una cosa, pero hacerlo de esta manera es inaceptable.
Parralo reflexiona sobre la falta de actitud y el rendimiento colectivo
Durante la rueda de prensa, el técnico se mostró especialmente crítico con el rendimiento colectivo de su plantilla. “Esto no es un problema de uno, dos o tres jugadores desafortunados; ha sido un fallo de todo el equipo”, explicó, dejando entrever que la falta de fuerza y competitividad ha superado cualquier aspecto táctico. Además, aseguró que no se trata de una falta de intención o actitud deliberada por parte de los jugadores, pero sí algo que “no es normal y requiere un análisis profundo”.
El Racing de Ferrol, que acumula nueve jornadas sin ganar, ha dejado de transmitir confianza incluso en sus puntos más sólidos. Parralo señaló que, aunque aceptar las críticas es parte del proceso, lo ocurrido en este partido no tiene justificación alguna. En su mensaje a la afición, reconoció el dolor que sienten los seguidores, prometiendo trabajar para revertir la situación. Sin embargo, la realidad muestra a un equipo que parece haber perdido la brújula, incapaz de encontrar un rumbo claro.
Un mensaje claro: trabajo, análisis y autocrítica para seguir adelante
A pesar de la complejidad del panorama, Parralo dejó claro que no se rendirá. “Jamás se me pasa por la cabeza rendirme”, reiteró, reafirmando su compromiso con el club y la afición. Atribuyó la derrota no solo a un fallo táctico, sino a una desconexión general que afectó cada aspecto del juego. En sus palabras, se percibe la lucha de un entrenador que, aunque tocado, no pierde la esperanza de enderezar el barco.
Ahora, el Racing de Ferrol debe enfrentar las próximas semanas con una combinación de autocrítica y trabajo duro para encontrar la fórmula que les permita revertir esta racha negativa. El tiempo corre, y con él, la paciencia de una afición que espera ver nuevamente al equipo competir como merece.
