El técnico valenciano encadena una racha alarmante y pierde fuerza para seguir en El Sadar
Vicente Moreno atraviesa su momento más delicado como técnico de Osasuna, tras un arranque prometedor que ilusionó a la afición navarra. El entrenador valenciano, que llegó para llenar el vacío tras la salida de Jagoba Arrasate, se ha visto atrapado en una racha de resultados negativos que le alejan de la renovación. A pesar de su buen inicio de curso, los números actuales reflejan una realidad demoledora: una sola victoria en los últimos quince partidos.
La dinámica ha cambiado por completo en El Sadar. Osasuna ha pasado de pelear por plazas europeas a mirar con preocupación a los puestos de descenso. La directiva rojilla, aunque aún no ha movido ficha oficialmente, ya empieza a sondear alternativas. Y hay un nombre que empieza a coger fuerza: Iñigo Pérez, actual integrante del cuerpo técnico del Rayo Vallecano, exfutbolista de Osasuna y navarro de nacimiento. Aunque el club ha negado contactos, los rumores crecen con el parón de selecciones como telón de fondo.

Bipolaridad de un técnico con experiencia pero sin resultados
Nadie duda del recorrido de Vicente Moreno en los banquillos. Ha dirigido con solvencia en todas las categorías del fútbol español, con ascensos memorables y permanencias muy meritorias. Su adaptación a Osasuna fue inmediata, incluso tras su abrupta salida del Almería, donde apenas duró siete jornadas bajo la exigente mirada de Turki Al-Sheikh. En Pamplona volvió a mostrar su versión más táctica y metódica, pero los resultados —único juez en el fútbol— le han vuelto a condenar.
Ahora, Osasuna parece haber llegado al límite de su paciencia. La dirección deportiva quiere un perfil distinto para la próxima temporada, y aunque el valenciano ha demostrado ser un técnico trabajador y comprometido, su continuidad parece más un deseo que una posibilidad real. El club espera que el parón sirva para reconducir la situación, pero todo apunta a que la etapa de Vicente Moreno se acerca a su final.