Se avecina una fuerte contienda por uno de los talentos más consagrados del entorno local
Chimy Ávila ha visto caer toda la estantería que tenía proyectada esta temporada tras su dura lesión. El delantero se ha roto el cruzado de una de sus piernas y con ello, ve truncadas sus ilusiones de salir traspasado y de caer de pie en el Atlético tanto como se venía especulando. Una pésima noticia también para la directiva, que ahora en cambio debe salir a buscar alternativas en la ventana estival.
Opciones de remplazarlo con calidad desde luego que las hay, aunque de momento las esperanzas recaen en un solo objetivo, Ángel Rodríguez. El jugador del Getafe que también es prioridad del Celta de Vigo empieza a componer los afanes del mercado, todo por quedarse con sus servicios que anticipan desde Madrid se limita al pago único de su cláusula.
Dura negociación rodea escenarios poco alentadores
Ha sido una respuesta inmediata a la lesión de Ávila, los jefes necesitan dotar de herramientas a su entrenador y quién mejor que el punta del cuadro azulón. Sin embargo, existe un detalle, y ese detalle no podía ser otro que el armado del pacto por las vías de la rebaja. En Getafe exigen el pago de 10 millones de euros, pese a que existen amenazas reales en contra suya.
Sus movimientos y presencia en el área cuestan un potosí que no se sabe ahora mismo si estén en condiciones de pagar. Es una apuesta de los jefes, y como tal van a quedarse prendados hasta el final con ello. Si no se consigue, está claro, lo perderán porque en verano del siguiente año su contrato vence y se iría gratis. El tema es que no se puede esperar y este tema es una necesidad.
Posibilidades abiertas para Ángel Rodríguez le hacen ganar protagonismo
El que gana con todo esto es el jugador sin duda. Al tener tantas alternativas se da el lujo de elegir, ya que a los dos clubes implicados, se le suma el hecho de extender su contrato con Getafe y la última que ha puesto el Huesca para llevárselo. Pero al final se tendrá que esperar, o pagar, de ahí no sale.
Los antecedentes indican que la presidencia es una presidencia terriblemente certera. Si no les pagan lo que han establecido prefieren liberarle, y eso es mucho decir. Prefieren adoptar esta postura que mostrarse flexibles en un mercado que ya todos saben va a estar marcado por las rebajas naturales que se presentan a causa de la crísis económica. Hay que revisarle más a profundidad.