El futuro de Vicente Moreno pende de un hilo mientras Osasuna encara la semana más decisiva de la temporada. Con tres salidas consecutivas ante rivales de alto calibre y la amenaza del descenso cada vez más cercana, el conjunto rojillo se juega mucho más que puntos
El ambiente en Osasuna comienza a enrarecerse. Tras la dolorosa derrota ante el Getafe, el conjunto navarro ha pasado de mirar tímidamente hacia Europa a verse atrapado en una cuenta regresiva por la permanencia. Con solo seis puntos de colchón sobre el descenso y tres visitas consecutivas por delante, el margen para fallar se ha evaporado. Este jueves (21:00), el primer examen en Montjuic ante un Barcelona también cargado por el calendario, marcará el tono de una semana que puede ser definitiva.
A pesar de la tensión creciente, Vicente Moreno mantiene un discurso sereno. Sabe que su continuidad depende directamente del rendimiento inmediato del equipo. “Hay que amarrar la permanencia cuanto antes, pero sin ansiedad”, ha insistido el técnico, aunque puertas adentro la preocupación es palpable. No sumar en estos dos próximos partidos Barcelona y Athletic, dejaría a Osasuna obligado a jugarse la vida en Leganés, en lo que ya se empieza a etiquetar como “la final”.

Bajas sensibles obligan a soluciones de urgencia en el once
El escenario no ayuda. El equipo viajará a Montjuic sin algunos de sus hombres clave. Boyomo, tras su paso por la selección de Camerún, no llegará a tiempo y será reemplazado por Jorge Herrando en la zaga. En la medular, Iker Muñoz volverá a ser titular por la baja de Torró, suspendido por acumulación. En ataque, la ausencia de Bryan Zaragoza abre las puertas a Arnaiz o Barja, en una banda que pierde desequilibrio y profundidad.
La buena noticia para los rojillos es el regreso de Budimir, que a pesar de sus compromisos internacionales, estará disponible y es vital para mantener opciones ofensivas. Vicente Moreno ha defendido el estado físico del equipo, aunque admite que tres partidos en menos de una semana suponen un desafío. Con un grupo justo de efectivos, el técnico deberá gestionar con precisión si quiere salvar su puesto y, sobre todo, evitar que Osasuna entre en caída libre.
Un Barcelona en cuadro: una oportunidad que no se puede desperdiciar
El rival también llega con lo justo. Hansi Flick, visiblemente molesto, ha reconocido que la planificación del calendario es “injusta” tras el parón de selecciones. Raphinha y Araújo no han sido convocados y Cubarsí sigue con molestias, por lo que la defensa culé estará lejos de su versión ideal. Aun así, Flick confía en que sus jugadores restantes estén a la altura, aunque las piernas acusen el desgaste.
Para Osasuna, es una oportunidad única que no puede desaprovechar. Ya sorprendieron a los blaugranas con un 4-2 en El Sadar en septiembre, pero ahora el contexto es radicalmente distinto. A las puertas de un tramo final agónico, los de Vicente Moreno no pueden permitirse dejar pasar más trenes. En Montjuic comienza una carrera contrarreloj en la que solo vale sumar.