La presencia de Busquets Ferrer en el duelo entre Barça y Osasuna despierta ilusión en el equipo navarro, que busca aferrarse a cualquier detalle que incline la balanza a su favor
La reaparición de Busquets Ferrer en el duelo aplazado entre Barça y Osasuna ha levantado una ola de interpretaciones en Pamplona. No es la primera vez que el colegiado balear está presente en un triunfo clave de los rojillos, ya fue testigo en la reciente victoria copera ante el Athletic, una noche mágica en San Mamés que quedó marcada en la memoria de los navarros.
El encuentro, correspondiente a la jornada 27 de LaLiga EA Sports, tendrá lugar este jueves en el Estadi Olímpic Lluís Companys, escenario que será también punto de reencuentro con la emoción tras la dolorosa pérdida del doctor Carles Miñarro, cuyo fallecimiento provocó el aplazamiento inicial. El duelo ahora llega con un peso simbólico que va más allá del fútbol.

Un Barça voraz no quiere dejar escapar el liderato
El conjunto de Hansi Flick llega lanzado, siete victorias consecutivas en liga, 18 partidos invicto y una cifra de goles que ya supera los 130 en lo que va de 2025. Con un partido menos, el FC Barcelona lidera el campeonato, empatado a puntos con el Real Madrid, pero con la ambición intacta de escaparse en solitario y mantener la presión sobre el Atlético, que acecha a cuatro unidades.
La motivación en Can Barça es doble, sumar ante su gente y rendir tributo a Miñarro, figura querida en el entorno médico del club. La cita, sin embargo, no será un paseo. Osasuna, aunque golpeado por la irregularidad, llega con la urgencia de sumar para alejarse del fondo de la tabla y con la esperanza de que el azar arbitral, esta vez, esté de su lado.
Osasuna se agarra a la épica como salvavidas ante su crisis de resultados
Los dirigidos por Vicente Moreno atraviesan un tramo complicado, solo tres puntos de los últimos quince posibles y una posición 14º que no permite distracciones. El equipo necesita reencontrarse con su mejor versión para evitar comprometer su tranquilidad en la recta final del campeonato. Y lo hará con una señal que los más supersticiosos no pasan por alto: el mismo árbitro que les sonrió en la Copa del Rey.
En paralelo, Busquets Ferrer suma cuatro partidos dirigidos al Barça en Primera, todos con victoria culé. Su presencia y la de Iglesias Villanueva en el VAR añaden un condimento extra a un duelo que no solo mide fuerzas, sino que carga con el peso de las emociones. El balón está listo. Y la historia aún puede dar un giro inesperado.