Los capitanes de aquellas selecciones que decidan, bajo su responsabilidad, seguir portando en los partidos del Mundial la famosa banda arcoiris, deberán asumir las consecuencias: el máximo organismo del fútbol mundial sigue mirando hacia otro lado
Una vez que los gobiernos de las principales potencias no se opusieron a la celebración del Mundial en Qatar, fueron muchos los deportistas que sí se sumaron a una significativa iniciativa de protesta: el brazalete One Love, con los colores arcoiris, para reivindicar las injusticias que se producen en el régimen qatarí hacia el colectivo LGTBI.
En un primer momento, fueron, Inglaterra, Bélgica, Holanda, Suiza, Alemania, Dinamarca y Gales las que anunciaron que portarían dicho brazalete One Love en los partidos del Mundial de Qatar. Lo portarían, más concretamente, los capitanes de cada una de esas siete selecciones.
La primera reacción de la FIFA
La primera reacción de la FIFA, sobre todo después de escuchar hablar a uno de los dirigentes más importantes de Qatar, Khalid Salman, fue imponer sanciones económicas. Este señor, que es uno de los embajadores del Mundial de Qatar, afirmó días antes del comienzo del tornero que la homosexualidad es “un daño en la mente”.
En ese sentido, Khalid Salman informó que se permitiría llegada al país de visitantes del colectivo LGTBI, pero que tendrían que adaptarse a unas normas. Unas normas impropias de la sociedad y la época en la que vivimos. Las amenazas de sanción de la FIFA no surtieron efecto y capitanes como Harry Kane, Manuel Neuer o Virgil Van Dijk insistieron en la iniciativa del brazalete One Love.
Nuevo ataque de FIFA al brazalete One Love
Con el torneo ya iniciado, justo este lunes en el que entran en liza, precisamente, las selecciones de Inglaterra, Países Bajos y Gales, la FIFA ha incrementado las amenazas con el uso del brazalete One Love. Ahora también se sancionará deportivamente. “Los capitanes de las selecciones que porten el brazalete arcoiris empezarán con tarjeta amarilla automáticamente los encuentros”.
Con esta nueva medida, los jugadores podrían perderse por sanción partidos importantes en el Mundial, por lo que las selecciones implicadas no han tenido más remedio que comunicar que sus capitanes no lucirán dicho brazalete One Love en ningún partido del Mundial. La FIFA sigue tapando los escándalos de la sociedad qatarí.