El técnico Alessio Lisci dejó claro en rueda de prensa que, aunque el equipo brilló en ciertos tramos, aún queda mucho por mejorar. Con un análisis sincero y autocrítico
El entrenador Alessio Lisci ofreció una rueda de prensa cargada de análisis tras la contundente victoria del Mirandés por 1-3 frente al Castellón en Castalia. Este triunfo, segundo fuera de casa en la temporada, dejó sensaciones agridulces en el técnico, quien destacó tanto los aciertos como los errores de su equipo. Según Lisci, el partido tuvo varias etapas definidas, donde los primeros quince minutos fueron complicados para su equipo debido a problemas tácticos.
En ese inicio, la presión del Mirandés no funcionaba bien, lo que permitió al Castellón generar peligro, especialmente por la posición de Calatrava. Sin embargo, ajustes tácticos en el bloque medio mejoraron la dinámica del equipo rojillo. El técnico destacó que, a partir del minuto 15, su equipo consiguió explotar las debilidades defensivas del rival y tomar la delantera con tres goles en nueve minutos. Este arranque demoledor en ataque fue clave para encarrilar el resultado.
La autocrítica marca el análisis de Lisci tras una victoria trabajada
Lisci no escondió su satisfacción por el triunfo, pero subrayó la importancia de mantener los pies en el suelo. Aunque el equipo mostró gran efectividad en la primera mitad, el entrenador admitió que la segunda parte dejó mucho que desear. “Pudimos marcar el cuarto gol, pero no lo hicimos. Después, estuvimos muy mal. Tuvimos la suerte de que Raúl nos salvó”, declaró, refiriéndose a las intervenciones del portero en momentos críticos.
El técnico enfatizó la importancia de aprender de estas situaciones, especialmente considerando que su equipo jugaba con superioridad numérica tras la expulsión de Calavera. Según Lisci, la falta de control en los últimos 30 minutos del encuentro refleja áreas en las que el equipo debe mejorar, ya que un rival más efectivo podría haber comprometido el resultado.
La mentalidad del Mirandés y el enfoque en el futuro
El entrenador destacó el buen momento clasificatorio del Mirandés, pero insistió en que esto no debe generar complacencia. Lisci remarcó que el objetivo inmediato del equipo es alcanzar los 50 puntos para garantizar la permanencia. A partir de ahí, se valorará hasta dónde pueden llegar. “No podemos parar; tenemos margen de mejora y debemos apretar”, sentenció.
En cuanto a la expulsión de Calavera, Lisci se mostró prudente, limitándose a aceptar la decisión arbitral sin entrar en polémicas. Cerró su intervención reconociendo el esfuerzo de sus jugadores ante un equipo que considera un firme aspirante a los puestos de playoff.