Alessio Lisci, entrenador del Mirandés, expresó su descontento tras el polémico partido ante el Huesca, marcado por la temprana expulsión de Víctor Parada en el minuto 12. El técnico aseguró que la tarjeta roja condicionó completamente el desarrollo del encuentro
Alessio Lisci no ocultó su frustración tras el encuentro contra el Huesca. La expulsión de Víctor Parada en el minuto 12 cambió radicalmente el rumbo del partido y las posibilidades del equipo visitante. Según el técnico romano, la tarjeta roja fue determinante. “Estábamos muy bien en el campo, pero con la primera expulsión ha cambiado todo”. Aunque agradeció que el club le prohíba hacer declaraciones directas sobre el arbitraje, dejó entrever su malestar por lo ocurrido.
El Huesca llegaba al partido en plena forma, tras conseguir trece de los últimos quince puntos en juego. Sin embargo, el Mirandés no se dejó intimidar. Según Lisci, el equipo estaba ejecutando a la perfección el plan de juego. “Todo lo que habíamos trabajado estaba pasando. Nos sentíamos cómodos, incluso cuando nos quedamos con menos jugadores”.
Lisci destaca el esfuerzo de sus jugadores en un duelo desigual
El técnico no ahorró elogios para sus futbolistas, quienes, a pesar de jugar gran parte del partido en inferioridad numérica, dieron la cara hasta el final. Lisci subrayó que el equipo mantuvo su intensidad y no renunció a su estilo de juego. “Los felicité porque lucharon hasta el último minuto. Fue un partido espectacular, a pesar de las circunstancias”.
Aunque el Huesca aprovechó la ventaja numérica, el Mirandés logró mantener la compostura en varias fases del partido. Según Lisci, esta actuación refuerza la moral del equipo y demuestra su capacidad para competir incluso en condiciones adversas. “Van a intentar seguir en esta línea. Nosotros pelearemos contra todo para lograr grandes cosas”, añadió con determinación.
Disciplina en el campo y el impacto de las expulsiones
El entrenador también habló sobre la importancia de mantener la disciplina en partidos de alto nivel. Aunque evitó criticar directamente la actuación de Parada, reconoció que decisiones como estas pueden ser un punto de inflexión. La inferioridad numérica obligó al equipo a modificar su planteamiento inicial, desgastando físicamente a los jugadores.
Sobre las lesiones, Lisci confirmó que no hubo mayores complicaciones físicas en el partido. Sin embargo, la intensidad del juego y la desventaja numérica incrementaron el riesgo de percances. “Por suerte, el equipo salió bien parado físicamente. Eso nos permitirá encarar los próximos compromisos con confianza”, aseguró. Sin duda, Lisci dejó claro que su equipo no se rendirá ante la adversidad. A pesar del resultado, el Mirandés demostró su capacidad para competir en escenarios complicados, algo que seguramente les servirá en lo que resta de temporada.
