A pesar de la victoria por la mínima, Lisci fue sincero al admitir que el empate habría sido el resultado más justo, destacando que su equipo aún tiene aspectos por mejorar
El encuentro entre el Mirandés y el Burgos fue más que especial, no solo por el resultado final, sino por el significado que tuvo para el equipo y la ciudad. Alessio Lisci, técnico del Mirandés, reconoció que, aunque su equipo no fue superior durante gran parte del partido, lograron sacar adelante un triunfo importante, algo que no siempre es fácil en el fútbol profesional.
El gol de Hugo Rincón, que llegó tras una jugada a balón parado, inclinó la balanza a favor del Mirandés en un duelo donde, según Lisci, lo más justo hubiese sido un empate. A pesar de esto, la victoria tuvo un sabor especial al tratarse de la primera vez que el equipo lograba ganar en El Plantío, un hito importante tanto para el club como para la ciudad. El técnico expresó su gratitud hacia los aficionados, destacando el increíble apoyo recibido durante el encuentro.
El Mirandés resiste la presión del Burgos con una sólida defensa
El Mirandés inició con una formación sólida, con Víctor Parada en el mediocampo, quien tuvo que adaptarse rápidamente al ritmo del partido. La defensa, liderada por Julio Alonso y Reina en la línea central, resistió los embates del Burgos, especialmente en los minutos más críticos del encuentro. El guardameta estuvo acertado, evitando que el Burgos aprovechara sus ocasiones más claras.
Por su parte, el Burgos alineó a sus jugadores clave en posiciones estratégicas. Arroyo, en el centro del campo, intentó generar superioridad numérica, pero el planteamiento defensivo del Mirandés, especialmente tras el cambio de Parada, complicó sus opciones. Los extremos del Burgos, que suelen ser muy peligrosos, se encontraron con una defensa bien organizada y sólida por parte del Mirandés.
Disciplina y gestión de lesiones marcaron el ritmo del partido
El encuentro, además de ser tácticamente interesante, fue intenso en cuanto a la disciplina. El árbitro tuvo que intervenir en varias ocasiones debido a la tensión en el campo. Los jugadores de ambos equipos cometieron faltas estratégicas para cortar las transiciones rápidas del rival, lo que llevó a una acumulación de tarjetas. Sin embargo, ninguno de los equipos sufrió expulsiones, lo que permitió que el partido mantuviera un alto nivel de competencia hasta el final.
En cuanto a las lesiones, el Mirandés tuvo que gestionar de manera cuidadosa los esfuerzos de sus jugadores. Lachuer fue sustituido en la segunda mitad por precaución, ya que el cuerpo técnico no quería arriesgar una posible lesión. Este cambio permitió al equipo ajustar su esquema táctico, dándole más control en el mediocampo.
En el Burgos, algunos jugadores clave terminaron el partido visiblemente fatigados, pero lograron evitar lesiones graves. Sin duda, con esta victoria, el Mirandés continúa su buen inicio de temporada, algo que pocos esperaban. Lisci destacó que el equipo ha demostrado una madurez y solidez que no tenían el año pasado, lo que les ha permitido sacar adelante partidos complicados como el de hoy.