El atacante madrileño tendrá que tomar una decisión difícil
Jugar en segunda división o seguir siendo suplente eterno en primera, esas son las opciones de Dani Gómez con el Levante UD o el RCD Espanyol. Desde que el delantero madrileño llegó al club Perico, solo ha participado en 52 minutos repartidos en 5 partidos de 12 jugados. Sin duda alguna es la última opción de Diego Martínez.
Desde el cuadro Granota han observado y analizado el caso con mucho recelo, y han determinado que terminarán el contrato de cesión antes del tiempo acordado. El presidente Levantinista, Quico Catalán, cree que el equipo Espanyolista no se opondrá a la petición ya que es un jugador que poco o nada están utilizando.
El Levante le ofrece a Dani Gómez unirse al sueño
Ahora mismo el cuadro valenciano está en una racha muy positiva cosechando 4 victorias de los últimos 5 partidos. Están dentro de la zona de playoff aunque el objetivo principal es pasar derecho y de manera directa hacia LaLiga Santander. A la plantilla de Roberto Soldado, Wesley Moraes y Mohamed Bouldini, podría llegar un motivado Dani Gómez.
La pasada campaña el atacante madrileño hizo una buena actuación independiente del descenso del Levante. De los 30 partidos que jugó, fue titular en un 40% y aún así logró marcar 8 goles y 3 asistencias. Javier Calleja ha entendido que lo que necesita el atacante de 24 años es minutos a montón para que funcione al 100%.
Lo más conveniente para Dani Gómez es regresar al Levante
Si el delantero centro decide quedarse en el club Perico, lo más probable es que su ostracismo se extienda hasta el 30 de junio del 2023 o hasta que acabe la actual temporada. Efectivamente si Gómez sigue siendo suplente, el Espanyol por ninguna razón ejecutará una opción de compra si es que la hay.
Para evitar que el tiempo del jugador se malgaste, la mejor opción es regresar al Levante donde seguramente Calleja alternará su línea de ataque con experiencia y juventud. En ese último ítem encaja muy bien la propuesta de juego que puede dar Dani Gómez. Queda menos de dos meses para que el atacante madrileño y su agente tomen una decisión.
