El Levante sufrió una dolorosa derrota ante el Mirandés en Anduva, dejando escapar la victoria en los últimos minutos tras un partido que había controlado con solvencia Julián Calero, técnico del equipo granota, analizó la remontada en rueda de prensa, destacando las dificultades físicas de sus jugadores y la falta de manejo emocional en los instantes finales
El técnico del Levante, Julián Calero, expresó su frustración en la rueda de prensa posterior al partido, donde el Mirandés logró remontar en los últimos minutos para sellar un 2-1 en Anduva. El equipo granota controló gran parte del encuentro, pero se desmoronó en el tramo final, dejando escapar tres puntos vitales.
El equipo granota se adelantó con un gol brillante y mantuvo un sólido dominio durante 80 minutos, pero la remontada del conjunto local evidenció una falta de manejo en los momentos críticos del encuentro. Para Julián Calero, entrenador del Levante, el desenlace dejó un sabor amargo, calificando la derrota como “injusta” en su análisis posterior al partido.
“Nos ha afectado más anímicamente a nosotros que a ellos”, asegura Calero
Calero no ocultó su descontento con el manejo de los últimos minutos. Reconoció que su equipo ejecutó un gran plan durante 80 minutos, cerrando los espacios y generando opciones ofensivas. “Hemos hecho todo lo que había que hacer para ganar el partido. Marcamos un gol fantástico y no dejamos que ellos generaran peligro”, comentó. Sin embargo, los minutos finales evidenciaron un descontrol emocional que, según el técnico, afectó más a su equipo que al rival, dándole la oportunidad al Mirandés de aprovechar un descuido.
El entrenador también destacó las complicaciones que enfrentó su plantilla, afectada por una epidemia de gripe que impactó a entre 8 y 10 jugadores. Esto obligó a alinear a futbolistas en condiciones físicas limitadas, especialmente en el centro del campo, un sector clave en el planteamiento.
Una remontada liderada por panichelli
El Mirandés encontró en Panichelli a su figura determinante. Aunque el Levante supo controlarlo durante la mayor parte del partido, una desconcentración en el marcaje permitió que el delantero sentenciara el encuentro con un cabezazo letal. Calero reconoció que conocían bien sus fortalezas: “Sabemos dónde se siente cómodo, y nuestros jugadores estuvieron bien para que eso no ocurriera. Pero al final, nos la ha metido en una de sus especialidades”.
El estratega admitió que, a pesar de los intentos por reforzar el mediocampo para contrarrestar las exigencias del terreno de juego, el cansancio y las bajas por gripe afectaron el rendimiento del equipo en el cierre. En este contexto, Algobia y Ángel, dos piezas claves en su esquema, no lograron mantener la intensidad por haber atravesado recientemente el proceso gripal.
Disciplina y lecciones tras la derrota
Calero fue enfático al señalar que las derrotas siempre duelen, pero esta en particular resultó especialmente amarga por considerarla injusta. “Hay que levantarse, no podemos permitir que lo que pasó hoy condicione lo que viene”, reflexionó, destacando la importancia de aprender de los errores y mirar hacia adelante.
El técnico concluyó su intervención con un mensaje a su equipo: aprender a manejar los momentos decisivos del partido será esencial para evitar que estas situaciones se repitan. A pesar de la derrota, mantiene la confianza en que el Levante puede superar estas adversidades y volver más fuerte.
