Borja Jiménez, entrenador del Leganés, destacó el esfuerzo y la disciplina de su equipo tras conseguir un valioso empate en San Mamés frente al Athletic Club. En rueda de prensa, elogió el trabajo de jugadores como Rosier y Neyou, quienes fueron clave para ejecutar el plan táctico
El empate del Leganés en San Mamés frente al Athletic Club dejó sensaciones encontradas para Borja Jiménez. El técnico destacó el esfuerzo colectivo de su equipo ante un rival de gran calidad, en un escenario siempre exigente. Según explicó en la rueda de prensa posterior al partido, el equipo había preparado el duelo con gran atención a los detalles, conscientes del peligro que el Athletic representa tanto en ataque posicional como en transiciones rápidas.
“Sabíamos que veníamos a un campazo y que sería un partido complicado. Hemos hecho un trabajo muy serio para competir ante un equipo que hace las cosas muy bien”, comentó Jiménez. El entrenador resaltó cómo el equipo entendió el plan de juego, adaptándose a la velocidad y talento de jugadores como Iñaki y Nico Williams. Aunque reconoció que faltó precisión en la primera parte, destacó que en la segunda mitad lograron encontrar mejores sensaciones y generar ocasiones claras.
Altimira y Juan Cruz: claves en la defensa del Leganés
En su análisis, Borja Jiménez dedicó palabras especiales a Altimira y Juan Cruz, quienes fueron fundamentales para contener las internadas por bandas del Athletic. “Juan no juega en su posición habitual, pero sabíamos que su velocidad sería clave para defender a Iñaki Williams”, afirmó el técnico. Asimismo, subrayó la importancia de Rosier en las ayudas defensivas, especialmente para contrarrestar el juego entre líneas de Nico Williams.
El entrenador destacó que el plan era cerrar espacios y forzar al Athletic a jugar desde fuera. “Tuvimos que defender cerca de nuestra área porque sabemos que si les presionas alto, te castigan con las contras”, explicó. En cuanto al centro del campo, Jiménez elogió la labor de Cissé y Neyou, quienes lograron ofrecer mayor control del balón en la segunda parte, permitiendo que el equipo generara peligro con transiciones más elaboradas.
La disciplina táctica y el esfuerzo físico marcaron la diferencia
Uno de los puntos que más destacó Jiménez fue la capacidad de su equipo para mantenerse disciplinado durante los 90 minutos. “Hemos evolucionado mucho con la pelota, pero también hemos demostrado humildad y solidaridad en el esfuerzo”, señaló el técnico. Este compromiso colectivo fue clave para neutralizar al Athletic, un equipo que suele explotar las llegadas desde la segunda línea y los centros al área.
Sobre las lesiones, Jiménez evitó entrar en detalles, aunque dejó claro que el desgaste físico fue notable. “Los chicos hicieron un gran esfuerzo, entendiendo cada vez mejor lo que necesitamos para competir en partidos de este nivel”, añadió. Pese a la exigencia del encuentro, el Leganés supo adaptarse, mostrando que el trabajo en equipo y la atención táctica son fundamentales para sumar puntos en escenarios tan complicados. Con este empate, el Leganés sigue consolidándose como un equipo difícil de superar, incluso ante rivales de la talla del Athletic.
