Parece que el acuerdo se podría manejar de forma anticipada por gusto de las partes
Uno de los casos que más se roba las miradas en el seno del FC Barcelona es sin duda el de Iván Rakitic. Para el suizo-croata no ha sido sencillo tener que pasar por este oscuro pasillo de ostracismo, y ha tenido que ver como jugadores que llevan menos tiempo le han comido la tostada entera. Ahora aparece Sevilla, un viejo amor por el que parece está dispuesto dejarse tentar.
Un fuerte indicio hace ver que Iván, está pasando su etapa final en la ciudad Condal. Sentenciado por Setién y corroborado por el propio Messi, tiene que ver como sus mejores años pasan desapercibidos. Además necesita volver a tener la confianza en su juego, para llevar la experiencia y sabiduría como una última exhalación en la selección de Croacia.
Por ahora todo se centra en el hecho de conocer su valor de traspaso, por el que existen varias posturas definidas. La primera, y teniendo en cuenta un medio especializado como Transfermarket, está sobre los 25 millones, cifra que soporta una futuro y probable la negociación, aunque se debe tener en cuenta la oferta de Juventus en invierno que se extendía hasta los 42. Realmente el camino aún es largo y es allí donde un viejo conocido tomará protagonismo. Monchi.
Para Monchi las maniobras están seguras; necesita voluntad del jugador
Ya un poco más centrado y entendiendo que el camino recién se empieza a abonar, Monchi, director deportivo de la escuadra de Nervión, entiende que sus ataques serán efectivos una vez sea el propio Rakitic el que ejerza presión. El jugador lo sabe, y de hecho lo entiende, de todas las opciones que le han nacido en el paso de estos meses, la de Sevilla es la que más le llama la atención y eso lo debe transmitir.
Su esposa es de allí, y fue en el Ramón Sánchez Pizjuán donde enamoró a los culés con ese juego de toque y progresión. Tiene muchas sensaciones que le unen, y además, tiene un valor agregado, el amor por la elástica. Monchi por su parte tiene ya un guión bien armado en donde pretende sacar partida a todo, desde su edad, hasta su contrato que finaliza el año que viene.
La idea no es otra que pagar la menor cantidad de dinero al FC Barcelona y corresponder al jugador por su demostración de afecto. Con 32 años recién cumplidos, se hace apenas llamativo desembolsar más de 20 kilos, pero lo harán, y en la medida que puedan ir solventando el resto de movimientos, se irá haciendo notar que la dirección es la que se buscaba desde un comienzo. Todo está dicho, Simeone se ha quedado con los crespos hechos.