El técnico cántabro empieza a rebajar la carga de trabajo a sus jugadores
Quique Setién llegó con las ideas muy claras al FC Barcelona y con el objetivo de no repetir ciertos vicios que se convirtieron en costumbre con Valverde. Uno de ellos era la carga de trabajo impuesta a sus jugadores, por eso en las primeras semanas no dudó cancelar varios días libres que había colocado el técnico anterior, algo que no gustó a los futbolistas,
Pero tras el primer tropiezo de su etapa en el FC Barcelona y sobre todo tras el mal juego visto ante Ibiza y Valencia CF vemos que Quique Setién empieza a recular. De momento ha desconvocado la sesión prevista para este lunes y ha dado fiesta a sus jugadores hasta el martes, lo que dejará al equipo con dos días para prepara el encuentro copero ante el Leganés.
Parece claro que Setién tiene miedo a perder la confianza de sus jugadores y por eso se ha visto obligado a rebajar la intensidad de los entrenamientos. De hecho cuando aterrizó en el FC Barcelona programó varios días de doble sesión, algo que con Valverde era muy complicado de ver a lo largo de la temporada.
Miedo al fracaso
El técnico cántabro es consciente que su éxito al frente de un transatlántico como el FC Barcelona depende de que los jugadores se sientan a gusto, tanto durante los partidos como a lo largo de la semana. Por ese motivo empieza a tragar con ciertas cosas que seguramente en otros equipos no consentiría. Porque sabe que su futuro en el club azulgrana depende de ello.
De momento Setién mantiene una buena relación con los pesos pesados de la plantilla y parece que con esta decisión de reducir la carga de trabajo a lo largo de la semana así seguirá siendo. Eso sí, habrá que ver si a la larga esto termina pasando factura como se pudo comprobar en temporadas anteriores con Ernesto Valverde o si en esta ocasión le ha resultado.
A nivel deportivo desde el club están contentos con lo que está proponiendo Setién, pero saben que estamos en un tramo de la temporada en el que tan solo vale ganar y que los resultados mandan por encima de cualquier cosa. Por eso insisten en que la posesión debe ser la clave del éxito del FC Barcelona pero siempre con un objetivo clara, el de atacar con fluidez y no como se ha visto en los últimos choques.