El fichaje de André Silva por el Sevilla permite al Celta consolidar un ataque de alta alcurnia
El Celta de Vigo prepara la nueva temporada con la ilusión que siempre otorga el cambio de proyecto y la llegada de un nuevo entrenador. Queda atrás una etapa un tanto irregular en la que Juan Carlos Unzue no supo sacar el máximo partido a una plantilla que a priori era bastante mejor que la de otros equipos que quedaron mejor posicionados en la tabla.
Sin embargo, una de las cuestiones que más preocupaban era la posibilidad de que las estrellas que ha logrado reunir el equipo y que tan buen cartel tienen como Aspas, Lobotka o Maxi, pudiesen salir del equipo presos de los continuos cantos de sirena que llevan escuchando todo el verano.
Precisamente en el tema Maxi Gómez, tras cerrarse el mercado de la Premier el único equipo que podía poner en peligro su continuidad en el Celta era un Sevilla que ha abortado toda posibilidad de fichar al uruguayo al cerrar la llegada de André Silva.