El Celta de Vigo está viviendo un inicio de temporada complicado en muchos aspectos, pero lo que más preocupa a Unzué es la guerra que están teniendo Rubén Blanco y Sergio Álvarez en la portería. Ninguno de los dos guardametas ha terminado de asentarse en la titularidad y cuando parecía que el elegido para el puesto era el joven portero llegó la rigurosa expulsión frente a la UD Las Palmas.
Así, el conjunto celeste ya ha tomado la decisión de que intentará adelantar al próximo mercado invernal el fichaje de Miguel Ángel Moyá, cuya incorporación estaba prevista para verano cuando finalizara contrato con el Atlético de Madrid. Moyá sigue a la sombra en el cuadro colchonero y salvo los partidos de Copa que se disputan próximamente no se espera que tenga muchas más oportunidades de ser titular, lo que puede llevarle a forzar su salida en enero para convertirse en el guardameta titular del Celta.