El Real Madrid sigue teniendo una deuda pendiente en su sistema de juego, la de correr ya que son de los equipos que menos corren siempre en los partidos y eso es algo que ha pagado muy caro contra el Atlético de Madrid o contra el Dortmund recientemente. Quitando las contras, donde la delantera muestra su gran potencial, se toman con mucha calma el resto del partido y aún así no son capaces de aguantar algunos de los esprines de los rivales.
Juntando los dos partidos de Champions, el conjunto blanco suma 177 kilómetros y es el que menos ha corrido de toda la competición muy pocos comparados con los 216 del Barcelona o los 230 del Atlético de Madrid. Es evidente que al equipo le cuesta volver cuando pierde el balón en campo contrario, lo que provoca errores defensivos y goles evitables. Zidane está bastante molesto en ese aspecto pero de momento no ha conseguido meterlos en cintura y, a la vista de estos datos. le queda mucho trabajo por hacer.