Es noticia:

La intrahistoria de la rueda de prensa de De Burgos Bengoetxea y González Fuertes: una maniobra de supervivencia fallida

Un último movimiento desesperado de Medina Cantalejo

A escasas horas de la final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Real Madrid, el escenario arbitral ha quedado contaminado por maniobras internas que han encendido todas las alarmas en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Luis Medina Cantalejo, aún presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), parece no aceptar su inminente destitución y ha ejecutado su último movimiento de control: una rueda de prensa diseñada a su medida.

Hace apenas cuatro días, Medina Cantalejo proclamaba la necesidad de separar las funciones de los árbitros de campo y del VAR. Sin embargo, para esta final ha colocado a González Fuertes, árbitro de campo, en el VAR, y a Hernández Maeso, también árbitro de campo, en el AVAR. Según fuentes internas, esta elección no fue casual: González Fuertes, junto a De Burgos Bengoetxea, es uno de los principales apoyos de Medina en su lucha por la continuidad al frente del CTA.

Designaciones bajo sospecha

El Comité había propuesto originalmente a Soto Grado y Figueroa Vázquez como árbitros para la final, figuras que no secundan la continuidad de Medina. Sin embargo, en un giro de guion impulsado por el propio presidente del CTA, Clos Gómez comunicó su exclusión para beneficiar a dos de los más leales al dirigente: De Burgos Bengoetxea y González Fuertes.

La rueda de prensa, más que un acto informativo, se convirtió en una operación de defensa política. El objetivo era claro: reforzar la imagen de Medina Cantalejo y dar una sensación de unidad en un colectivo dividido. No obstante, el exceso de emotividad de los árbitros, especialmente de González Fuertes, terminó desviando el foco y amplificando la polémica.

De Burgos Bengoetxea

Un efecto bumerán que incendia la previa

Dentro del propio colectivo arbitral existe malestar y desconcierto. Muchos no entienden cómo, a tan pocas horas de una final de máxima rivalidad, De Burgos Bengoetxea y González Fuertes realizaron declaraciones que solo podían aumentar la tensión, especialmente ante un Real Madrid que ya manifestaba desconfianza en el estamento arbitral.

Lejos de reforzar la estabilidad, la maniobra de Medina Cantalejo ha terminado de romper la frágil cohesión interna. La RFEF, totalmente desbordada, exigirá explicaciones inmediatas al todavía presidente del CTA. Rafael Louzán, llamado a liderar una transición ordenada, deberá ahora sofocar un incendio que amenaza con dejar heridas profundas en el arbitraje español.

EGD Real Madrid