Jorge Vilda y Albert Luque, en el punto de mira de la Audiencia Nacional
La Audiencia Nacional, dirigida por el juez Francisco de Jorge, ha intensificado su investigación sobre Luis Rubiales, expresidente de la RFEF. Jorge Vilda, exseleccionador, y Albert Luque, director de la selección, ahora están bajo el escrutinio judicial. Tanto Jorgel Vilda como Albert Luque han sido citados para declarar el próximo 10 de octubre.
Esta fecha también es relevante para Rubén Rivera, director de Marketing de la RFEF, quien también ha sido convocado. Rivera, con una trayectoria destacada en la federación, enfrenta ahora un momento decisivo en su carrera. Las implicaciones de su testimonio podrían tener repercusiones significativas en el caso.
Cambios en el estatus de los testigos: de observadores a investigados
Originalmente citados como testigos, Rivera y Luque han visto cambiar su estatus a investigados. Este giro inesperado ha mantenido las citaciones de otros testigos, como Patricia Pérez y Miguel Caba, sin alteraciones. El proceso de interrogatorio comenzó con testimonios clave de familiares y amigos de Jenni Hermoso.
Estos corroboraron y ampliaron las declaraciones previas de la futbolista, añadiendo más peso a las acusaciones. La consistencia en sus relatos ha generado un mayor interés mediático en el caso. Las próximas semanas serán cruciales para determinar el desenlace de esta investigación.
Las declaraciones que intensifican la investigación
Hermoso sostiene que el beso no fue consensuado y que sufrió presiones para justificar el incidente. Su testimonio ha sido respaldado por varios cercanos a ella, lo que complica aún más el panorama para los acusados. Por otro lado, los peritos de la defensa confirmaron ante el juez el informe solicitado por el expresidente de la RFEF.
Este informe, junto con otros elementos, será crucial en el desarrollo de la investigación. La opinión pública aguarda con expectación los resultados. Los expertos legales analizan cada detalle presentado. La integridad de la RFEF está en juego, y el mundo del fútbol se encuentra en vilo. Las consecuencias de este caso podrían redefinir la gestión y la percepción pública de la federación.
