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Guadalupe Porras víctima del fútbol moderno

El incidente de Guadalupe Porras en Betis-Athletic resalta fallas de seguridad en LaLiga

El reciente accidente sufrido por Guadalupe Porras Ayuso, árbitro asistente en el encuentro Betis-Athletic, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los profesionales en el terreno de juego. Una cámara golpeó fuertemente a Porras, quien tuvo que ser sustituida y posteriormente trasladada al hospital con un “fuerte traumatismo facial”.

Este incidente no solo subraya la importancia de la seguridad dentro del campo, sino que también resalta la necesidad de que LaLiga revise y refuerce sus protocolos de seguridad. Iturralde González, voz autorizada en el arbitraje, ha criticado duramente la organización por permitir situaciones que comprometen la integridad física de los participantes, argumentando que, de haber sucedido a figuras como Lewandowski o Bellingham, el escándalo sería mundial.

Guadalupe Porras
Los responsables deben proteger por encima de todo la integridad física de los profesionales y no es negociable.

La seguridad en el fútbol, un tema pendiente para LaLiga

La negligencia no solo afecta a los que están directamente involucrados, sino que también mancha la reputación de LaLiga, evidenciando un doble estándar en la aplicación de sus propias normas de seguridad. La crítica de González apunta a una reflexión más profunda sobre cómo LaLiga gestiona la presencia de medios en los encuentros, especialmente cuando dicha presencia se convierte en un riesgo para la seguridad.

El accidente de Guadalupe Porras resalta la falta de seguridad en los campos de fútbol españoles, un aspecto que, según los expertos, LaLiga ha descuidado. El incidente, que podría haber tenido consecuencias aún más graves, revela lagunas en el cumplimiento de las normativas que protegen a los profesionales en el campo.

Reflexiones tras el accidente

LaLiga se enfrenta al desafío de equilibrar la cobertura mediática con la seguridad de jugadores, árbitros y demás personal. A pesar de las advertencias, el cámara reapareció en la zona de trabajo, lo que muestra una falta de control y de medidas efectivas por parte de LaLiga para prevenir estos accidentes.

La situación vivida por Guadalupe Porras Ayuso debe servir como un punto de inflexión para LaLiga y sus políticas de seguridad. Es imperativo que la organización tome medidas concretas para garantizar que incidentes como este no se repitan. La seguridad de los participantes debe ser siempre la prioridad, sobre cualquier consideración mediática o comercial. Este incidente debe motivar una revisión exhaustiva de los protocolos y, más importante aún, de su implementación en el terreno de juego.

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