En una rueda de prensa sincera y sin rodeos, el técnico valenciano lamentó tanto el desempeño de su equipo como la situación que afecta a su tierra natal, Valencia, azotada por fuertes lluvias
Tras la derrota ante el Real Zaragoza en La Romareda, Fran Escribá no ocultó su malestar en la rueda de prensa. Visiblemente afectado, el técnico valenciano apareció frente a los medios sin evasivas, ofreciendo un análisis honesto de lo ocurrido. Además, su preocupación iba más allá del partido, ya que no dudó en expresar su solidaridad hacia su región natal, Valencia, gravemente afectada por las lluvias torrenciales de la DANA.
Con la voz entrecortada, Escribá compartido que hubiera preferido estar ayudando en su tierra junto a su familia. Pese a ello, aclaró que esta difícil situación personal no justificaba el bajo rendimiento de su equipo. “No me gusta haber jugado hoy. Todos sabemos que hay cosas más importantes. Me gustaría estar en Valencia, pero no es excusa para la derrota”, afirmó, dejando claro que, aunque el contexto era complicado, la preparación del equipo era la habitual.
Falta de inteligencia en el juego y errores tácticos según Escribá
Entrando en el análisis del encuentro, Escribá no escatimó en autocrítica. Reconoció que desde el inicio su equipo permitió que el Zaragoza se acomodara en el partido, un fallo que, en su opinión, fue determinante. “Desde el primer minuto los metimos a todos en el partido. A medida que avanzamos el primer tiempo, ajustamos en defensa y tuvimos algo de control, pero la lesión de Sergio cambió nuestros planos”, detalló.
La lesión de uno de sus jugadores clave obligó al equipo a adoptar una disposición táctica distinta, jugando con dos delanteros. Sin embargo, Escribá reconoció que este cambio no rindió los frutos esperados y, cuando parecía que el empate era posible, un error en los últimos minutos terminó sellando el marcador en su contra. “Tuvimos el 2-1 en nuestras manos y ahí la liamos nosotros mismos. No entiendo el sentido de ir a pelear un balón al portero en esa situación”, comentó con frustración, cuestionando la falta de inteligencia en la toma de decisiones en momentos críticos.
Decisiones arbitrales y la mentalidad para el próximo partido
A lo largo de su intervención, Escribá también mencionó la tarjeta roja recibida por su equipo. Aunque no vio con claridad la jugada, consideró que alguna provocación pudo influir en la decisión del árbitro. Sin embargo, destacó que, incluso con un jugador menos, lograron generar peligro, aunque admitió que en parte fue por los nervios del Zaragoza.
Al finalizar, el técnico se mostró realista,“Hay que felicitar al Zaragoza. Nos toca reflexionar, aprender y pensar en el próximo partido”. Con esta última declaración, Escribá dejó en claro que el foco ahora está en mejorar. Su actitud demuestra compromiso y responsabilidad, reconociendo los errores y resaltando la importancia de una mentalidad sólida.