Míchel Sánchez, técnico del equipo catalán, valoró el esfuerzo de sus jugadores, aunque reconoció que la falta de puntería está condicionando su desempeño en la Champions League
El Girona cayó por la mínima ante el Liverpool en un duelo intenso disputado en Montilivi. El entrenador Míchel Sánchez destacó el esfuerzo de su equipo, aunque señaló que la falta de acierto está marcando la diferencia en su primera experiencia en la Champions League. “Hemos jugado bien y competido a un nivel alto, pero así es la Champions. Aquí te enfrentas a los mejores y cualquier error se paga caro”, afirmó con un tono resignado pero firme.
A pesar del resultado, el técnico se mostró orgulloso del rendimiento de sus jugadores. Para él, lo importante es que la afición valore el esfuerzo. “Lo hemos dado todo en el campo, y creo que nuestra gente lo reconoce. Nos están apoyando de forma increíble”. Sin embargo, no ocultó su frustración al recordar que, en cuatro de los seis partidos jugados, el Girona no logró anotar. “Cuando no marcas, necesitas hacer un partido perfecto para competir. Ante rivales como el Liverpool, eso es casi imposible”, añadió.
El análisis táctico y los retos ofensivos que enfrenta el Girona
Míchel no dejó pasar las estadísticas que reflejan el espíritu combativo de su equipo. En este encuentro, el Girona generó más disparos que el Liverpool, algo poco común ante un gigante europeo. “En la primera mitad conseguimos dominar la posesión en varios tramos, lo cual no es fácil frente a ellos. Además, creamos transiciones peligrosas, pero nos faltó esa chispa final para concretar”, reconoció.
El entrenador catalán insistió en que mejorar la puntería será fundamental para las últimas jornadas del torneo. “Tenemos que trabajar la finalización y ser más efectivos en el área. Sin gol, las cosas se complican mucho, sobre todo con un calendario tan exigente como este”, explicó, dejando claro que la tarea no será sencilla.
El futuro del Girona en la Champions y las reflexiones de Míchel
Con partidos clave ante Milan y Arsenal en el horizonte, Míchel no tira la toalla. Su mensaje fue claro. “Quiero competir, disfrutar y ganar los dos partidos que nos quedan. No sé si con nueve puntos será suficiente, pero la única opción es ganar en Milán”. Pese a la derrota, destacó que este tipo de encuentros dejan aprendizajes valiosos tanto para el equipo como para él como técnico.
“Estoy en ese proceso de analizar qué podríamos haber hecho mejor, aunque tampoco tiene sentido quedarse atrapado en el pasado”, confesó. Sobre el polémico penalti que decidió el partido, asumió la decisión del árbitro, aunque dejó entrever su incomodidad. “Antes estos penaltis no se pitaban, pero cuando vi la acción con Luís Díaz, supe que lo señalarían. Es una pena”. Sin duda, Míchel se mantiene optimista y decidido a sacar lo mejor de su equipo en lo que resta de la competición, confiando en que el Girona siga mostrando su valentía ante los grandes del continente.